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–¿Por qué se llevó el triunfo el Atlético en un derbi que no fue exquisito?
–Porque la pizarra de Simeone se impuso a la de Zidane. El argentino pudo con el francés en el planteamiento y siempre se jugó –o no se jugó– a lo que quiso el técnico rojiblanco.
–¿Fue determinate la actuación de los centrocampistas?
– Sí. Y por ahí comenzó a quebrarse el Real Madrid. Sólo Modric, al que Augusto nunca le perdió la pista, trató de darle coherencia al juego. Isco y James son dos mediapuntas que trabajan poco, y Kroos no es mediocentro. El alemán está desconectado. Enfrente tuvieron a Saúl y Augusto, excelentes en su trabajo, a los que se unió la experiencia de Gabi, y los destellos de Koke, más participativo que en otros partidos. La intensidad, la presión y su buena colocación les sirvió para frenar a unos rivales superiores en calidad individual.
–Griezmann se reencontró con el gol y Cristiano, no.
– El francés, con la ayuda de Torres que lo dio todo, presionó, echó una mano a los centrocampistas y buscó la oportunidad de irse al área rival. Además, en el gol, definió perfectamente con la izquierda. Cristiano disparó en tres ocasiones, cabeceó dos veces a las manos de Oblak y lanzó una falta. Discreto su papel ante una gran defensa. Juanfran le ató corto y nunca se encontró cómodo. Y es que la defensa del Atlético fue otra de las claves del éxito porque el equipo es muy solidario.
Source: Fútbol