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Tiene 31 años, ha marcado a los 31 rivales a los que se ha enfrentado en la Liga española y ha firmado 31 «hat-tricks», más que nadie en la historia de nuestro campeonato. La coincidencia alrededor de este 31 puede ser eso, mera casualidad, pero desde luego estos registros de Cristiano Ronaldo tienen explicación: trabajo, perseverancia y confianza en sí mismo. El astro portugués tapó bocas, una vez más, y enterró las críticas como mejor sabe: con goles. Concretamente, firmó otro «hat-trick», clave para la victoria del Madrid ante el Alavés en Vitoria que permite al equipo blanco seguir liderando en solitario la Liga. Y que, además, le reafirma en su carrera por su cuarto Balón de Oro, un galardón que, tras conquistar Champions, Eurocopa, Supercopa de Europa y marcar 44 goles en lo que va de 2016, ya tenía en el bolsillo.
Sin argumentos
Ni en la antesala de la festividad de Todos los Santos se puede dar por muerto a Cristiano. Y menos sin argumentos de peso, porque únicamente llevaba dos encuentros sin marcar (Legia y Athletic), habiendo encadenado antes tres sin hacerlo (Espanyol, Villarreal, Las Palmas). De hecho, Cristiano es (junto a Morata) el máximo goleador esta temporada del Madrid entre todas las competiciones, con seis dianas. En Mendizorroza, además de transformar un penalti (y fallar otro que paró con destreza Pacheco), el luso marcó de tiro lejano, que pese a tocar en un defensa tenía grandes probabilidades de ser gol por sí mismo; y cerró el marcador después de un hábil control orientado, en el área pequeña y rodeado de contrarios. Fueron goles de magnífica factura, propios del mejor goleador del planeta.
«Amenaza constante»
Zinedine Zidane nunca estuvo preocupado. Sabe que los delanteros pasan por rachas y tenía claro que Cristiano volvería a congraciarse con el gol más pronto que tarde. Lo importante para el entrenador francés siempre ha sido comprobar que el «crack» del equipo sigue con energía y habilidad suficientes para generar ocasiones, siendo la falta de puntería algo pasajero. De hecho, Cristiano remató ocho veces frente al Alavés, cifra muy superior a la que promedia cualquier futbolista, y su media de disparos en el actual campeonato es de 7,2 por encuentro. En este sentido se manifestó Butragueño tras el encuentro: «Nunca se fue, es una amenaza constante».
Source: Deportes