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Todo parece indicar que para el Valencia y el Sevilla, la ilusión y el prestigio que suponen jugar la presente edición de la «Champions League» les está pasando una factura física y mental por la que no consiguen mantener una regularidad en la competición doméstica. Con todo lo que esto supone para sus dos aficiones, ya empiezan a cuestionar a sus técnicos. En el caso de Nuno Espíritu Santo, por enésima vez ha tenido que escuchar en Mestalla el ya popular «¡Nuno, vete ya!». Un divorcio que me da la impresión de no tener vuelta atrás. Y todo apunta a que esta relación no va a tener un final feliz, aunque en fútbol cosas más difíciles hemos visto.
– No hay memoria
La derrota del Sevilla en San Sebastián ante la Real Sociedad (que estrenaba técnico en la figura de Eusebio Sacristán con lo que significa eso de estímulo para cualquier equipo) vuelve a enfadar a una afición que no entiende cómo su equipo todavía no ha ganado un partido lejos del Nervión. El fútbol no tiene memoria y después del brillante triunfo frente al Real Madrid en el Sánchez Pizjuán, ha regresado la irritación con la derrota del pasado sábado en Anoeta, aunque el equipo hubiera merecido un mejor resultado. Y Unai Emery, otra vez cuestionado por los suyos, aunque no se encuentra tan en la picota como su colega valencianista.
– Observados con lupa
Lo que resulta más que evidente es que, a partir de ahora, los dos entrenadores serán observados con lupa por sus respectivas hinchadas. Y no les va a servir la excusa del desgaste de estar jugando la máxima competición continental, que esta semana volverán a disputar. Ésta es la grandeza y la miseria del fútbol actual, que sólo entiende de una cosa para no tener problemas: ganar, ganar y ganar como decía el recordado «Sabio» Luis Aragonés. Así están las cosas por Mestalla y por Nervión. ¿Qué pasará con el desgaste europeo?
Source: Fútbol