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Ridículo, vergüenza, esperpento… No hay palabras para calificar la situación que está viviendo Fernando Alonso esta temporada a cuenta del pobre rendimiento del motor Honda. Ayer, durante el Gran Premio de Japón, la realización televisiva del campeonato emitió varias conversaciones entre el español y el equipo vía radio que encendieron todas las alarmas en la escudería. El asturiano se quejó amargamente ante la falta de potencia. «Me pasan en las rectas como si fuera un GP2, esto es vergonzoso, muy vergonzoso». Con esta frase Alonso «estallaba» y mostraba ante todo el mundo su frustración por la falta de desarrollo de su monoplaza. Horas más tarde, y ya más calmado, Alonso quiso matizar sus comentarios y una vez más señaló que confía en McLaren y Honda y que se retirará de la F-1 en esta escudería. Lo mismo dijo de Ferrari en septiembre de 2013 y meses después ya negociaba con su actual equipo.
Ayer, durante la carrera, algunos pilotos le pasaron con una facilidad pasmosa y eso terminó por enfadarle. No es la primera vez que el ovetense «raja» de sus equipos. En la época de Renault, 2005-06, mandó algún que otro recadito, aunque en aquellos momentos lo hacía con el ánimo de estimular a su gente, ya que en esos momentos luchaban por el título. Más tarde, en McLaren, ni él ni su entorno supieron gestionar la estancia en la estructura inglesa y poco después, en Ferrari, las críticas eran feroces. Ayer, el ex jefe de prensa de la escudería italiana (con el que Alonso nunca «comulgó») le dedicaba unas palabras en su blog y afirmaba que «es una gran persona y es inteligente pero estas actitudes no le han ayudado en su carrera profesional. Es mejor decir las cosas a la cara. No ayuda a la moral, especialmente la de aquellos que no pueden consolarse con un sueldo multimillonario». También Ron Dennis comentó que las palabras del español no habían sido afortunadas. Ni los más de 30 millones de euros anuales que cobra pueden ya consolar a Alonso, que está sufriendo una situación patética para un piloto como él. Fue él quien tomó la decisión de marcharse, aunque no fueron pocos los que le animaron a dar este paso ante la posibilidad de cobrar alguna comisión nada esperada por creer que el de Ferrari sería el último gran contrato del ovetense. El asturiano es considerado un grandísimo piloto dentro de la pista, pero todo lo contrario fuera de ella. La Fórmula 1 tiene mucho de política y desde luego este aspecto no ha sido el mejor gestionado por Alonso. Al margen de sus dos títulos, pasará a la historia de la F-1 por estar involucrado en dos casos muy sonados de juego sucio: el espionaje de McLaren a Ferrari y aquella victoria en Singapur cuando Briatore, Symond y compañía planearon un accidente de Piquet que dio la victoria al español. Con esta situación tan patética que vive en McLaren, ahora se han disparado los rumores sobre un posible cambio de equipo de Alonso, que podría ir a la nueva Renault, que en breve anunciará la compra de la actual Lotus.
Ayer, Hamilton ganó en Japón por delante de Rosberg y Vettel, mientras que Sainz fue décimo después de realizar una buena carrera, que quedó empañada por un error que cometió al entrar en boxes al destrozar el morro del coche después de llevarse el bolardo por delante. Alonso acabó undécimo, fuera de los puntos y muy enfadado.
Source: Fórmula 1