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Zidane repitió el once que goleó al Espanyol. Tras la victorias del Barcelona y el Atlético, el Madrid no se podía dejar ningún punto en Los Cármenes. En la primera parte, el partido transcurrió con dominio madridista, pero con presión del conjunto de Sandoval, que trataba de recuperar el esférico y salir con velocidad a la contra. Se presentó así un partido complicado por la intensidad local. El equilibrio se rompió a la media hora con un pase bien filtrado por Isco a una de las numerosas incorporaciones de Carvajal en ataque. El lateral le regaló a Benzema una asistencia de lujo y su decimonoveno gol en el campeonato.
Las dos alas
El Real Madrid se fue al descanso con ventaja gracias sobre todo a sus dos laterales, muy profundos, y decisivos en el fútbol moderno. Y luego con jugadores como James, Isco, Kroos y Modric, que se mueven muy bien en la media punta cuando asoman por ahí, aunque deberían hacerlo más. Es la forma de provocar sorpresas en zagas tan ordenadas como la del Granada.
Hay tarea
Empezó con susto el segundo tiempo, con un error de Marcelo y una buena parada de Keylor Navas. Había que apretar y Benzema pudo sentenciar frente a Andrés, pero lo que llegó fue el empate del Granada, que arrancó tras un error en medio campo y un «placaje» involuntario del colegiado a Modric. También hubo fallo general en el sistema de cobertura defensiva. Se abrió mucho el partido y eso es malo para el Real Madrid con lo que Zidane tuvo que buscar soluciones en el banquillo. Jesé entró por un aún irregular James y Kovacic, por Isco. Un zapatazo de Modric salvó los muebles para seguir la caza en la Liga, se salvó un «match ball». Pero no puedo negar las dudas que todavía ofrece el equipo fuera de casa. Lo dicho, Zizou tiene mucha tarea aún por delante y errores que ajustar.
Source: Deportes