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Karim Benzema ha sido imputado en el affaire del presunto chantaje a Mathieu Valbuena. También está bajo control judicial, una medida que le impide ahora entrar en contacto con su compañero de la selección francesa.
El jugador del Real Madrid abandonó ayer el Palacio de Justicia de Versalles serio, cabizbajo y con la misma capucha blanca que la víspera le había permitido preservar su imagen al llegar a la sede de la Policía Judicial. Su rostro reflejaba la gravedad de lo que acababa de escuchar en el despacho de la juez de instrucción, Nathalie Boutard, que le había inculpado por «complicidad en tentativa de chantaje y participación en una asociación de malhechores con vistas a la preparación de un delito castigado al menos con cinco años de prisión», dice la Fiscalía en un comunicado.
El abogado de Karim Benzema, Sylvain Cormier, salió de inmediato a la palestra para clamar la inocencia de su cliente, y denunciar las «mentiras» que, según él, se reproducían en la Prensa. Pero a diferencia del abogado, la juez ha considerado que existen indicios lo suficientemente consistentes como para proceder a la inculpación de Benzema en lugar de contentarse con notificarle que le dejaba en libertad sin cargos, como ya hizo en su día con el ex jugador Cissé en este mismo asunto, ni siquiera a considerarlo como un simple testigo asistido.
Sylvain Cormier insistió en que la intervención de Benzema ante Valbuena para que cediera al chantaje que le estaban haciendo, a cambio de no publicar un vídeo privado de contenido sexual, fue un simple consejo «amistoso».
En los próximos días, la juez va a convocar a Mathieu Valbuena para conocer su versión. Ésta es la razón que ha llevado a la juez a imponer a Benzema medidas de control judicial que se traducen en que no puede establecer ningún contacto con Valbuena ni con el resto de implicados en este asunto. El abogado espera que una vez que haya tenido lugar esa cita, no habrá problema para que la juez levante el control judicial, lo que les permitirá volver a entrenar juntos de cara a los partidos de la selección francesa.
Esta rocambolesca historia comenzó hace meses, con unas llamadas a Valbuena exigiéndole dinero a cambio de la no difusión de un vídeo personal de contenido sexual que habría grabado el jugador del Lyon años atrás con un antiguo móvil. En junio, Valbuena presentó una denuncia y el 31 de julio, el Tribunal de Versalles abrió una información judicial. Desde entonces, y gracias a la intervención de un policía que se hizo pasar por un conocido de Valbuena para negociar con los chantajistas, y a las escuchas telefónicas ordenadas por el juez, los investigadores han procedido a la detención de tres personas que han sido inculpadas. A través de esas escuchas, los policías detectaron la presencia de Benzema y de otro hombre, Karim Z., que también compareció ayer ante el juez y que es el quinto imputado del conocido como «Sextape». Diversos medios aseguraban que en esas grabaciones, los agentes escucharon a Benzema decir a su amigo Karim: «No te preocupes, (Valbuena) no tiene otra opción. Le voy a hacer que comprenda. Va a pagar». Una frase que podría ser entendida en serio o como una forma de deshacerse de ese amigo, viejo conocido de la Policía y condenado en 2006 por robo.
Source: Fútbol