Jota Cuspinera: "Ganar al Madrid no es imposible"

Tres meses después de debutar como primer entrenador en la ACB, Jota Cuspinera (28-4-1970, Getxo) es uno de los artífices de la presencia del Fuenlabrada en la Copa. En cuartos le espera el Madrid, el equipo en el que vivió «cinco años maravillosos».

– ¿Se vive más tranquilo como entrenador del Fuenlabrada que como segundo del Madrid?

– No… Creo que igual. He estado cinco años como entrenador ayudante del Madrid, pero el ayudante está parapetado detrás del principal y sufre en la medida en que quiere sufrir, pero nunca está expuesto a nada. Yo sentí cada palo que metían a Laso o Ettore como si me lo diesen a mi.

– Cinco años en el Real Madrid son muchos.

– Eso me decían cuando salí. No todo el mundo puede estar cinco años allí y fue un aprendizaje bestial, cinco años maravillosos. Disfruté, aprendí, crecí…

– ¿Cuál fue el momento más especial?

– Cuando Ettore me entrevistó para ver si podía ser ayudante. Fue como si me entrevistara el jefe del departamento de recursos humanos de una gran empresa. Alguna pregunta era como para pillarme, nada que ver con el baloncesto…

– Su salida estuvo acompañada de los rumores sobre la continuidad de Laso…

– Al recibir el burofax fue un pequeño bajón, pero estaba con la Selección junior así que estaba entretenido. Y como había tenido antes experiencias similares ya estaba escarmentado. Abandonaba el Madrid, pero aquella experiencia me iba a abrir puertas.

– Usted ya sabe cómo se gana a este Real Madrid…

– Ganar al Madrid no es imposible, pero es tremendamente difícil. Podemos pensar que por qué no ganarles otra vez, pero es un equipo herido con ganas de revancha y que se juega el primer título de la temporada. Su nivel de concentración no va a ser el mismo que en Fuenlabrada. A lo mejor suena la flauta y podemos competir. Es gente que tiene mucho talento en muchas posiciones… En el partido se van tomando pequeñas decisiones, hay un plan, se van tapando vías de agua y rezas para que no aparezca otra. Entonces nos dio resultado, pero está por ver que resulte en la Copa.

– Se habla del milagro del Fuenlabrada, pero habrá algo más…

– Estar donde estamos con la plantilla y el entrenador que tenemos es un sorpresón. El equipo llegó a luchar por la Copa con un muy buen estado de ánimo. Nada de recriminarse cosas, todo fluye, si uno falla no pasa nada… Y a eso se le suma el trabajo diario, es un equipo que entrena bien con gente muy involucrada. El caso de Urtasún es llamativo. Llegó de tapado para sustituir a un compañero y en mes y medio es el máximo anotador del equipo.

– ¿Espera a un Madrid diferente al que se ha visto hasta ahora?

– Espero un Madrid distinto. Creo que nunca se le han juntado tantas lesiones al mismo tiempo. Jugadores que llevan tantos años con tan poco descanso… Eso tiene que aparecer en forma de poco rendimiento o lesiones. Han cambiado parte de la plantilla y no han tenido pretemporada. Y esto no es ninguna chorrada porque es el momento en que se construyen las reglas básicas y se establecen las normas relacionales. De todas formas, hay una anécdota con Pablo en la primera «Final Four» con él. Los entrenadores hacemos nuestra quiniela, como la gente del bar. Y recuerdo hablar con él en el O2 y decir: el CSKA es el favorito, viene fuerte; el Barça viene bien y nosotros, el Madrid, no venimos mal. Y luego comento que parece que Olympiacos es la cenicienta… Y me acuerdo que Pablo me miró y dijo: «Jota, nunca desprecies a un equipo campeón». Aquello se me ha quedado grabado. El equipo campeón tiene el conocimiento para llegar a la final y el talento para ganarla.

– ¿Qué es lo mejor de los técnicos de los que ha sido segundo?

– De Pepu, la comunicación con los jugadores; de Luis Casimiro, la adaptabilidad; de Ettore, el conocimiento; de Pablo Laso, la mezcla entre su cercanía y su carácter, que es una combinación muy curiosa, pero muy bien ejecutada; de Ibón Navarro, la fe, y de Zan Tabak, la energía. Hay quien me dice que incluso tengo gestos de alguno de ellos.

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