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«Muchas gracias», dice, educada, algo tímida incluso, Carla Suárez. Ha cambiado la ropa deportiva por un vestido negro y unos zapatos de tacón medio para recibir, junto a su entrenador, Xavi Budó, la medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo después de un año en el que a la canaria le ha pasado de todo. Lo comenzó de forma extraordinaria, alcanzando el «top 10», «algo que hacía mucho tiempo que no sucedía con una tenista española», como recordó en el acto Miguel Cardenal, presidente del CSD, pero luego sufrió en la segunda parte de la temporada. «Este año me ha servido para aprender porque he podido vivir las dos caras de la moneda», confesó la tenista. ¿Qué aprendió? «El hecho de saber enfocar mejor la temporada. Hay que intentar ser regular, y cuando las cosas no van bien, hay que intentar enfocarlo de manera positiva e intentar salir del bache con trabajo», explicó la canaria, que admitió que tuvo «un poco de ansiedad» cuando se fueron acumulando las derrotas seguidas, y no supo «salir de forma rápida» de esa situación. «Fue un poco una mezcla de cansancio físico y mental, pero al final el cansancio mental… Las órdenes las da tu cabeza y las recibe tu cuerpo, pero si la cabeza no funciona, pues el cuerpo menos. Sí que es verdad que hubo exigencia al principio y después lo pagué, pero son cosas que me sirven para aprender», insistió Suárez. «Aprender» fue una de las palabras más utilizada por la tenista con el revés más elegante del circuito, de las pocas que lo tiene a una mano. Rebosa talento Carla y pese a ser pequeña, pelea con las gigantes y potentes rivales que están ahí arriba de la lista de la WTA. «Y creo que lo mejor está por llegar. Ahora mismo está en su madurez deportiva», considera Xabi Budó.
Los Juegos como gran objetivo
La actual número 13 del mundo está apurando las vacaciones antes de ponerse a preparar 2016, un año muy importante. «El objetivo es volver a entrar en el “top 10” y los Juegos Olímpicos de Río», admite Carla. En Brasil jugará en individuales y en dobles junto a Garbiñe Muguruza, la otra española que ha explotado en 2015. «Lo que ha hecho este ha sido espectacular», afirma su amiga y pareja tenística. Este año limitarán sus participaciones en dobles en los torneos, por aquello de dosificar los esfuerzos, pero en Río irán a por todas. Hace poco más de una semana disputaron la final del Torneo de Maestras, que enfrenta a los ocho mejores dúos del mundo. «En el masculino llevamos muchos años, pero ahora nos va a venir también una época dorada del tenis femenino español», piensa Xavi Budó. Desde Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez en la década de los noventa y principios del siglo XXI no había españolas en la élite del circuito femenino. Ahora, como en aquella época, son dos. «Carla representa también la progresión del deporte femenino español», añadió Cardenal.
Source: Deportes