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Había un nombre que repetían los jugadores del Celta y también los del Madrid nada más acabar el partido: «Keylor», decían para explicar parte de lo que sucedió ayer en Vigo. «El equipo fabricó situaciones de gol. Sinceramente, creo que Keylor tiene mucho mérito», contaba Nolito, que al final encontró un hueco para superar a un portero que lo detuvo casi todo. Es el tercer jugador que le hace un tanto en lo que llevamos de temporada. «Keylor ha estado magnífico», remataba Berizzo, el entrenador del Celta. «Si no hemos metido cuatro o cinco goles ha sido por él». Lo tenía todo estudiado el entrenador, pero hay cosas que no se pueden analizar, como es un portero iluminado. «La diferencia estuvo en la actuación de su guardameta», continuó el técnico local.
Si Keylor Navas no hubiese parado todo lo que paró en la primera mitad, el partido hubiese sido otro. «Keylor ha estado sensacional. Ha hecho paradas milagrosas», repetía Butragueño desde el palco. «Keylor increíble», escribía James en Twitter desde casa. Si el Madrid está donde está y si presume de ser el equipo menos goleado de Primera es por Navas, el portero que se iba a ir en verano y que ahora ha multiplicado su valor. Está en uno de esos momentos felices en los que se cree capaz de todo y lo es.
Al comienzo de temporada tenía un reto gigantesco: o se hundía por la falta de confianza que parecía haber en él dentro del club o podía con todos los desafíos y se convertía en un gigante. No hay duda de cuál es la opción que ha elegido el costarricense. Reza antes de empezar cada partido y el resto de sus compañeros saben que no pueden estar en manos más seguras.
Source: Fútbol