Una fiesta que vale por once

Algunos aficionados echaban ayer cuentas, en el avión que les dejó en Madrid. Salieron cuando el viernes no había amanecido, hicieron escala en un país de Europa, llegaron a una ciudad de Italia y en coche llegaron a Milán. Después de dos días ayer hicieron el recorrido contrario y según sus cuentas, si se sumaban las horas de sueño, no salía una noche entera. Pero aún así, fueron a la fiesta del Bernabéu.

Miki Nadal

El humorista, reconocido madridista fue el maestro de ceremonias en la fiesta, en un estadio lleno y ansiosos por recibir a sus futbolistas. Los jugadores estaban tan cansados como los aficionados, pero no se lo querían perder. Antes de que el presentador anunciara a la plantilla, el Bernabéu se quedó sin luz, en un ambiente mágico y feliz y se elevaron globos al cielo, cada uno con una fecha de las once Copas de Europa.

Zidane

La gente tenía ganas. Se había anunciado para las 22:00 horas, pero media hora después, aún no había comenzado la fiesta en la casa del madridismo. Después, se siguió la rutina habitual. Los jugadores fueron saliendo uno por uno para recibir el aplauso del público y ya desde el primer momento quedó muy claro a quién se considera el principal responsable de la Undécima. Es Zidane, que salió el primero para que todo el mundo le aplaudiera con fuerza antes de que llegase el cansancio. Zidane es el nuevo héroe del madridismo, como se vio ayer.

Arbeloa-Cheryshev

La de ayer ya fue la definitiva despedida de Arbeloa. El lateral madridista que tuvo un sentido homenaje en el último encuentro de Liga disputado en el Bernabéu, pisó ayer por última vez el césped como jugador madridista. Una vez, más como Cristiano Ronaldo y Zidane, fue de los más ovaciones y como le gusta hacer en estas ocasiones, tenía un detalle. En vez de llevar su camiseta, llevaba la de Cheryshev, que empezó el curso en el Madrid y vivió de los episodios más extraños esta temporada y que ahora está lesionado.

Piqué…

Después, en los discursos, el defensa lanzó una puntada a Piqué, de forma sutil. «No sé cuándo ni con quién empezó todo», comenzó Arbeloa. Pero sí sé a quién dar las gracias, a todos vosotros, que sois la p…», continuó.

Ronaldo sigue

«Campeones de Europa». Era el cántico más repetido por las gargantas madridista. Eso y el grito con el que Cristiano Ronaldo celebra los goles. El portugués saltó al campo con una bufanda en la que se leía «Hala Madrid y nada más», en un claro mensaje sobre su continuidad, que después dejó bastante clara. «Es un orgullo vestir esta camiseta, que me queda de puta madre», afirmó. El Santiago Bernabéu coreó su nombre repetidas veces en una fiesta en la que los madridistas, uno detrás de otro, agradecieron su apoyo al público.

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