El diablo enreda

Ángel María Villar confía ciegamente en la inocencia de Michel Platini. Sin rastro de duda. El día que le nombró vicepresidente de la UEFA, aún sabiendo que había votado a Lennart Johanson, le declaró amor eterno, por así decirlo. No sospecha ni por lo más remoto que el despojado presidente del fútbol europeo y frustrado candidato a la FIFA haya metido la mano en la caja. Es más, explica que no hay nada irregular en el trasvase de 1,8 millones de euros de Blatter a Platini nueve años después de haber terminado un trabajo. Es evidente que el dirigente francés no necesitaba el dinero para vivir. Villar sostiene que todo es legal, que entre caballeros basta la palabra para cerrar un negocio y que es así como los dos investigados actuaron.

Pero hay papeles, o fundadas sospechas de que puede haberlos. A la Policía francesa le encanta montar el número en plan «hombres de Harrelson». Despliegue de medios y efectivos, impacto visual de escándalo; «asalto» a los hoteles del Tour donde duermen los ciclistas con las sirenas a toda pastilla; entrada sin remilgos en la sede central de Renault en los aledaños de París y las acciones de la firma automovilística que se desploman… En fin, que los gendarmes no se cortan. Y como han conjeturado que en la Federación Francesa de Fútbol hay «coup fourré» (gato encerrado) y pruebas que implican a Platini y a Blatter en un delito de administración desleal, han buscado esos papeles que parece que no había y han encontrado algo.

El diablo enreda, se nos caen mitos como Maria Sharapova y los santos inocentes empiezan a parecer que no son ni una cosa ni otra. Menos mal que nos queda el fútbol.

Source: Deportes