Fran Garrigós: "Con diez años ya soñaba con ser campeón olímpico"

Fran Garrigós era de esos niños inquietos, traviesos, como tiene que ser. «Mis padres me apuntaron a judo más que otra cosa para que me cansara», cuenta el fuenlabreño en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, unos instantes antes de entrenar. En el tatami ya se oyen gritos y hay agarrones y técnicas. «El judo es muy emocionante porque no siempre hay favoritos. Cualquiera puede tropezarse y perder un combate. Un “ippon” y te vas a casa», describe Fran, que también habla de «respeto» como lo primero que se aprende: «Al contrario, al compañero, al maestro… Lo primero que te enseñan es que tienes que saludar». Empezó con cuatro años en un gimnasio de Móstoles y no tardó en engancharse. Lo que comenzó siendo un juego pronto se convirtió en mucho más. «Me gustaba mucho y preguntaba a mi padre: “¿Hoy toca judo?”. Me decía que no y protestaba. Pronto lo tuve claro: mi sueño es quedar campeón olímpico y del mundo. Con diez años ya se lo decía a mi padre», añade. El sueño está lejos, pero cerca al mismo tiempo, con la plaza para Río casi asegurada. Es el trece en el ranking de la categoría de -60 kilos, y van los 22 primeros. En mayo termina la clasificación. «Es complicado que se escape, pero nadie te lo puede asegurar así que tengo que seguir entrenando y compitiendo», explica. «Y una vez allí, aunque sea joven (21 años) voy a por medalla. He hecho el circuito con muchos de los que estarán y les he ganado o he estado cerca», prosigue.

Lo que no le calmó el judo fueron las ansias de ganar. «Quiero seguir siendo el primero en todo. Eso me gusta», desvela Garrigós, que también estudia TAFAD. Su gen competitivo le ha llevado a ser campeón de Europa y del mundo en categoría júnior, y a dar el salto a sénior con naturalidad. «Mi entrenador, Quino, se ha preocupado mucho y desde júnior hemos hecho salidas internacionales a nivel sénior para darnos cuenta de lo que teníamos que mejorar para que el salto fuera más fácil», explica Fran quien, junto con Adrián Labrado, Sara Rodríguez y Nikoloz Sherazadishvili forman parte del Programa Podium en judo. «Es una idea magnífica. Gracias a Podium podemos ir a más competiciones y entrenamientos para seguir mejorando y progresando día a día», piensa el madrileño, que sabe lo que es tener que pagar para pelear. «Pero como en otros deportes», asegura. Siempre estará agradecido a su familia. «Han dado el cien por cien; hasta lo que no tenían», reconoce. «Es verdad que ahora, como estamos con la clasificación para los Juegos, la Federación nos ayuda más», narra. Se considera un judoca que siempre busca estar encima del rival en un deporte en el que cuentan la fuerza, la técnica y la mente, que prepara con el psicólogo Pablo del Río. En los Juegos se pondrá su música, como siempre antes de luchar, se meterá en su mundo bajo los cascos, y después saldrá a por todas.

Source: Deportes