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Si la lluvia no aparece y cambia las reglas, se juega con las que pone Lorenzo. Las nubes amenazaron a primera hora de la mañana, pero Jorge tenía algo preparado. «Puse la canción de los Beatles ‘‘Here comes the sun’’ (Ya llega el sol) y funcionó», aseguraba el dominador de la carrera. Ni rastro de agua en el asfalto ni de rivales capaces de detener al mallorquín, que consiguió la sexta victoria del curso, olvidar las dos malas carreras anteriores y darle un buen bocado a la ventaja de Rossi. Podría haber sido sólo de cinco puntos, pero lo fue de nueve gracias a la mejor versión de Pedrosa, que sacó las uñas para evitar que Valentino ganara otro cuerpo a cuerpo. Seis veces intentó adelantarle el italiano en los últimos cinco giros y otras tantas respondió con firmeza Dani, negándole el segundo lugar del podio. Lorenzo no lo vio porque circulaba varios segundos por delante, aunque al enterarse agradeció el esfuerzo de su compatriota. «Le he dado las gracias incluso antes de saber que había batallado tanto. Ha sido valiente y agresivo, es una buena ayuda para nosotros. Tengo muchas ganas de verlo repetido, porque me han dicho que ha sido espectacular». No mentían ni exageraban los que explicaron al mallorquín lo sucedido a sus espaldas. Una lucha para recordar, al límite por momentos y en la que el italiano nunca pensó en el campeonato o, mejor dicho, no fue conservador al hacerlo. «Precisamente luché tanto porque quiero el título y necesitaba esos puntos», explicaba Rossi, al que no le salía la sonrisa tan fácil como a los demás. «Siempre duele perder este tipo de duelos», confirmaba.
Entre Pedrosa y Lorenzo su margen se quedó en 14 de los 23 puntos con los que llegó a Alcañiz, un circuito que le gusta tan poco que el resultado le parecía hasta bueno. De sobresaliente fue para la otra Yamaha, porque ahora está nueve puntos más cerca. Una cifra que hasta se quedaría corta para calificar la actuación de Jorge que, en palabras de su máximo rival «roza la perfección». En la salida y los tres primeros giros residió gran parte de su éxito. Cuando los neumáticos están fríos y los depósitos llenos de combustible, nadie es tan rápido y firme como el balear, que puso en fila a todos. Márquez trató de seguirlo, pero su misión no pasó de la primera vuelta y media. Se fue al suelo por quinta vez en lo que va de temporada, despidiéndose de sus opciones de Mundial y reconociendo que la causa fue un error suyo. «Me faltó paciencia, la moto no era la soñada, pero iba bien y estaba para luchar por el triunfo. Ha sido culpa mía y no hay mucho más que decir. Ahora, a cenar con el equipo, olvidar y afrontar con optimismo la gira asiática».
La presencia de Marc habría amenazado el triunfo de Lorenzo y, a la vez, era un elemento más para interponer entre él y Valentino. Jorge se quedaba con lo primero para ver como positiva la caída del número 93. «Me permitió ir un poco más tranquilo, aunque Dani no dejó que me relajara en ningún momento», confirmaba. Sin Márquez, fue Pedrosa el que contribuyó a que el tiburón asestase una dentellada al pez amarillo del casco que estrenó Rossi en Misano. Ahora el Mundial cruza medio mundo para la gira asiática: tres carreras encadenadas en las que se puede decidir todo. Valentino no ha pensado todavía en cómo afrontarlas, Lorenzo llega poderoso y las dos Honda, ávidas de protagonismo.
Source: Motociclismo