Benzema: «Para jugar en el Real Madrid hace falta talento y esfuerzo al mismo tiempo»

Si puedes conservar la cabeza, cuando alrededor/ todos la pierden y te echan la culpa», escribió Kipling, en su poema «If» («Si») como si estuviese describiendo a Benzema recibiendo la pelota el pasado miércoles, en el derbi de la Champions contra el Atlético en el Calderón. Cuando más nerviosos estaban los madridistas por los dos tantos que había marcado el conjunto de Simeone y más encendido estaba el campo rojiblanco, más tranquilo estaba Karim, como si estuviese esperando que llegase su momento. Como si supiese que siempre va a haber tiempo para solucionar las cosas. Es eso lo que define a los pacientes frente a los impacientes.

Benzema es un futbolista que entusiasma en las oficinas del Santiago Bernabéu, pero que no termina de convencer a parte de los aficionados del estadio, más cómodos con otra clase de jugadores, con los que derrochan carreras y sudor, con los que hacen gestos de esfuerzos continuos. Jugadores a los que es fácil entender, Karim es todo lo contrario: casi ningún gesto hacia la galería, ningún gasto superfluo: el fútbol es el balón y todo lo que lo rodea parece que le es ajeno. Y sobre todo, es complicado de definir, porque se mueve en la zona del delantero centro, pero tiene maneras de futbolista del centro del campo. Eso sí, cuando le llega la pelota, es capaz de encontrar una puerta donde otros sólo ven candados.

Cuentan en el Real Madrid que hubo una ocasión en la que Karim Benzema, enfadado porque no tenía la importancia que creía que le correspondía en el equipo, quiso ir a hablar con Florentino Pérez y contarle la situación. Así funcionan los entresijos del fútbol y más en los grandes equipos, donde las estrellas llenan los vestuarios. Se lo dijo a su padre. Y su padre le dio una lección: le dijo que sí, que un día iban a hablar con Florentino Pérez, pero que lo primero que tenía que hacer era correr en el campo. Nunca ha pedido más dinero para renovar ni ha llegado al club exhibiendo otras ofertas para buscar una mejora de contrato. Tampoco lo va a hacer ahora, cuando se ha convertido en el héroe que dio el pase a la segunda final consecutiva de la Champions.

–Le llegó la pelota, tras un saque de banda de Ronaldo. Estaba solo frente a tres rivales y con el Madrid sin apenas haber enlazado jugadas de ataque. ¿Qué se le pasa por la cabeza en ese momento?

–Lo único que hago es buscar la mejor opción para que la jugada acabe en gol para el Madrid.

–¿En España hay mucho debate sobre si usted es un nueve «killer», como los delanteros de siempre, o un delantero con cualidades de media punta, ¿cómo se define?

– Yo soy un atacante.

–Pero qué prefiere cuando está en el campo, ¿marcar un gol al rival o dar un pase para que el que marque sea uno de sus compañeros?

–A mí lo que gusta que mi equipo marque gol. El gol es lo que te da las victorias y los que te lleva a conseguir los títulos al final de la temporada.

–Una de sus características principales en el campo del fútbol, lo que le diferencia de otros futbolistas, es que mantiene la calma casi siempre. Ni en las buenos momentos o en los malos se le ve especialmente nervioso. ¿También es así en la vida, lejos del fútbol?

–Tener calma no significa que sea frío. hay momentos en los que la calma es buena, en el fútbol la calma es importante para el equipo.

Benzema atendió al fotógrafo de LA RAZÓN el viernes pasado en Valdebebas, después del entrenamiento. Hay tranquilidad en la residencia del Real Madrid, un ambiente de que las cosas van por dónde debían. Van pasando los futbolistas: Morata cargado de bolsas; Isco con su caminar característico, como si no pudiera cerrar bien las piernas, una habilidad, en realidad. Benzema aparece hablando por télefono en francés y obedece a lo que le pide el fotógrafo. «Lo que tú digas», le dice en español, casi en un susurro, con un acento francés que no puede disimular y evitando moverse para no estropear la foto. Le molesta el flash, se frota los ojos y los cierra tras cada disparo, pero no dice nada. Pasan Pepe y Cristiano Ronaldo y le ven pegado al cristal, mirando al infinito, le señalan y se ríen. Benzema sonríe con algo de timidez. A lo lejos se despide Marcelo y Karim le hace un gesto con la mano. Es el cumpleaños del brasileño y después su compañero le felicitará por Twitter.

Hay una grata sensación de compañerismo en Valdebebas. Puede que gran parte de la culpa sea del entrenador, Zidane, uno de los grandes defensores de Karim dentro del club. Ayer, antes del partido contra el Sevilla, volvió a hablar bien de él: «Es impresionante como jugador. Siempre le pediremos marcar muchos goles, porque es el nueve del Real Madrid, pero él sabe hacer muchas más cosas y me interesa más cómo se asocia con los demás porque tenemos a Ronaldo para meter muchos goles y a Morata y a muchos más».

Cuando estaba de ayudante de Ancelotti, Zidane se volcó mucho en Benzema y se quedaban después de los entrenamientos para ensayar movimientos de ataque. En el cuestionario a Karim le preguntamos por el papel del entrenador francés en su año y medio en el banquillo.

–¿En qué los ha cambiado Zidane, qué responsabilidad tiene en el camino que está llevando el Madrid hasta ahora?

–Zidane ha sido una estrella del fútbol y es una leyenda del Real Madrid. Conoce bien este mundo y este club. Está siendo clave en todos los grandes éxitos que estamos consiguiendo.

–¿Un futbolista que sólo tenga talento puede jugar en el Real Madrid?

–Para jugar en el Real Madrid se necesitan muchas cosas porque es el mejor club del mundo. El talento, el esfuerzo, la mentalidad ganadora… Y todas las virtudes tienen que darse al mismo tiempo el mayor número de veces para poder mantenerte en el equipo.

–¿Cómo cree que le ve el aficionado del Madrid?

–Llevo muchos años en el Madrid y los aficionados me conocen perfectamente. Yo a todos les debo mi respeto, independientemente de la idea que tengan de mí.

–¿Se soporta mucha presión cuando se juega en un equipo como el Madrid, con millones de aficionados por todo el mundo?

–Sólo cuando juegas en el Real Madrid te das cuenta de lo importante que este equipo, este vestuario, y de la enorme presión que implica ser jugador del Madrid. El que nunca ha estado aquí no lo puede comprender. Siempre me ha sorprendido lo fácil que se habla de lo que se desconoce.

–Durante esta semana se ha estado hablando mucho de los valores de los equipos, como si fueran más importantes que lo que sucede en el campo. Usted llegó al Real Madrid en 2009 y se ha adaptado a este club, explíqueme los valores de este club.

–Son mundialmente conocidos: no rendirse nunca, pelear hasta el final, respeto al rival, cuidar la cantera, humildad ante el adversario, jugar bien, conquistar títulos, seguir haciendo historia… Se debería hablar mucho más de la solidaridad del Real Madrid con los más necesitados. Me consta que su labor es extraordinaria en este campo. Hay miles y miles de personas que diariamente reciben en todo el mundo la ayuda y la atención de este club.

Florentino fue a Francia a convencer a Benzema para que fichase por el Real Madrid y pocas veces se le ha visto celebrar un gol en el palco como uno que metió el francés hace años en la Champions. Todo el temple con el que el presidente vive los encuentros, se le olvidó ante el tanto de su delantero. Le han pasado muchas cosas a Benzema desde que llegó a España.

–¿Va a hacer ocho años que llegó a España, qué le gusta de este país?

–España es un gran país. Me siento muy feliz aquí. Su gente es muy buena. La cordialidad es una de las grandes virtudes de la gente española.

–¿Y desde aquí, cómo se ve todo lo que pasa en Francia?

–Desde mi televisión, escribe Karim y pone dos emoticonos sonrientes detrás.

Source: Deportes