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El Espanyol no pudo pasar del empate ante el Levante, que se encontró con un gol del colombiano Jefferson Lerma en el minuto 6 tras un despiste del argentino Enzo Roco, pese a reaccionar de forma brillante en la segunda mitad de forma vistosa, eléctrica y con un tanto de Gerard Moreno, ante un rival bien posicionado atrás.
Un regalo de la defensa puso por delante al contrario demasiado pronto. El central chileno no controló un balón con atención y Lerma, incisivo, disfrutó de uno contra uno ante Pau López que no desaprovechó. El fallo blanquiazul desestabilizó momentáneamente a todo el bloque, que cometió más imprecisiones de lo habitual.
El cuadro granota utilizó la confusión local para acercarse más al área. Los de Rubi presionaban la salida de pelota con insistencia, en busca de otro provechoso despiste. Aun así, el Espanyol se sobrepuso e intentó de nuevo combinaciones ofensivas y fabricó ocasiones.
El Levante rebajó un punto su ritmo y los catalanes apretaron. Lo intentó Víctor Álvarez, con un tiro desviado desde la izquierda, y su máximo realizador, el ecuatoriano Felipe Caicedo, de cabeza. Aunque la iniciativa era blanquiazul, a la contra llegaban réplicas que impedían relajaciones atrás.
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El brasileño Deyverson entraba poco a poco en juego y los saques de esquina granotas eran sinónimo de peligro: primero Camarasa y luego David Navarro conectaron los centros, sin puntería. A medida que se acercaba el descanso, el dominio local en el césped, que no en el marcador, se diluía. La pitada del estadio fue monumental.
El inicio del Espanyol, con Gerard Moreno entrando por Asensio, parecía decidido a cambiar las protestas. El juego del anfitrión era eléctrico e incisivo, con su epicentro en el área de Rubén. El Levante tenía problemas para contener el ataque, aunque conseguía aislar a Caicedo de todos los balones.
Era un monólogo y el desenlace ante tanta insistencia era previsible. Después de la pérdida de Simao, Gerard Moreno culminó un rápido contraataque tras un ajustado pase de Hernán Pérez en el minuto 57. Los silbidos ya eran aplausos en el estadio de Cornellà.
De todos modos, cuando el desgaste físico empezó a notar en los hombres de Sergio González, el Levante demostró que todavía estaba en el encuentro. La entrada de Xumetra fue un revulsivo importante y el catalán dispuso de la mejor ocasión de los suyos en esta segunda parte: Pau López exhibió reflejos tras su disparo en el minuto 73.
En la siguiente acción, Casadesús volvió a asustar a la grada blanquiazul con un tiro desviado. En este tramo del partido, las tablas eran absolutas. Sin embargo, Sergio González planteó un final más atrevido que su homólogo. El Espanyol no se conformaba con el punto, aunque no rompió el muro. Ni evitó de nuevo los pitos. Efe
Source: Deportes