Your ads will be inserted here by
Easy Plugin for AdSense.
Please go to the plugin admin page to
Paste your ad code OR
Suppress this ad slot.
Raúl representa de verdad esos valores del Real Madrid de los que tanto se habla. Nunca tuvo una mala palabra, jamás un mal gesto a la grada o hacia sus compañeros, siempre deportivo con los rivales y permanentemente entregado al club de su vida. Lució el brazalete de capitán con orgullo y poniéndolo por encima de todo lo demás, y nunca ha sido expulsado de un terreno de juego. Pocos futbolistas representan como Raúl González Blanco todo lo que significa y simboliza el Real Madrid.
Garra, orgullo y olfato
Como jugador, no era especialmente fuerte ni rápido. No era el mejor en nada. Sus condiciones no eran las mejores para hacer historia en el fútbol… pero la hizo. Y a lo grande. Gracias a su garra, a su inteligencia en el área, a su olfato de gol, a su habilidad para meter la pierna, a su ansia por mejorar, a pensar 24 horas al día en fútbol o a su incuestionable liderazgo, no hay nadie en todo el mundo que no sepa quién es Raúl. Al 7 blanco le adora no sólo la afición madridista, sino también la del Schalke 04, la del Al Sadd y la del Cosmos de Nueva York. Es imposible no rendirse a un futbolista que, desde el día de su debut hasta que cuelgue definitivamente las botas el mes que viene, siempre ha dado el máximo en el campo.
El despacho no es su sitio
Your ads will be inserted here by
Easy Plugin for AdSense.
Please go to the plugin admin page to
Paste your ad code OR
Suppress this ad slot.
Sólo falta que Raúl confirme lo que quiere hacer con el resto de su vida. No es un tipo de despachos, para nada. No le veo allí sentado todo el día rodeado de papeles. Sí me lo imagino «jugando» al fútbol desde la banda, gritando, dando órdenes a los jugadores, siempre cerca del balón. El lenguaje que él habla es el fútbol y su hábitat, el césped. No le veo en otra parte. Y él lo tiene muy claro: quiere ser entrenador.
Totalmente preparado
Ya se le notaba su carisma cuando debutó con sólo 17 años. Salió a La Romareda derrochando ese desparpajo que trasladó desde los campos de Villaverde hasta los mejores estadios del mundo, esa jeta que le hizo crecerse ante todos sus rivales desde el primer minuto de su carrera deportiva. Con todo lo que ha aprendido en el Madrid y sus experiencias en Alemania, Qatar y Estados Unidos, no puede estar más preparado para entrenar algún día al equipo blanco.
Sin prisas, todo llegará
Y al igual que Raúl desea seguir ligado al fútbol desde los banquillos, Florentino le quiere ver algún día en el del Santiago Bernabéu, como informamos el pasado viernes en «Jugones». Es de la casa y conoce al Madrid mejor que nadie. Haber vivido tantos buenos y malos momentos ayuda mucho. Y cuenta con el respeto y el cariño de la afición. Pero ahora, calma. Todo llegará sin prisas. Primero tendrá que sacarse el título y después prepararse y foguearse bien para dirigir a todo un Real Madrid. El sitio es suyo.
Source: Deportes