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Benítez siempre habla de datos porque es algo que sirve para descifrar la realidad y para preparar mejor al equipo. Esos datos son los que dicen que Cristiano Ronaldo es el máximo goleador de la historia del Real Madrid. Ayer hizo su tanto número 324 (contando el que hizo a la Real Sociedad en una falta). En un partido sin historia, un trámite que el conjunto de Benítez se tomó con paciencia, a veces excesiva, durante muchos minutos y que sólo apretó cuando lo vio necesario. Pero fue más que suficiente para sumar los tres puntos, apartar el trámite y ayudar al portugués a acabar con una historia que tenía en la cabeza desde que empezó la temporada. Sabía que tenía a Raúl a tiro y ése fue el primer objetivo que se marcó para el invierno. Ya lo ha conseguido. Hizo cinco goles al Espanyol, marcó al Shakhtar y después se tomó un descanso hasta ayer.
Era el día ideal para acabar con una historia que empezaba a crear ansiedad al futbolista y a todo el club. El Malmö es un equipo agradable, pero lejos del nivel competitivo del conjunto blanco. Ayer mantuvo el tipo cuando estuvo ordenado y se le escapó el partido la primera vez que se desmelenó, a la media hora de juego. No supo terminar un ataque y, a la contra, Ronaldo marcó el primero y todo se hizo cuesta arriba para los locales. Empujados por su público, entusiasmado con un saque de esquina, el equipo local soñó mientras se mantenía el gol de desventaja y seguía con once en el campo.
El Madrid no pudo evitar que parte de sus pensamientos estuvieran en el partido del Calderón del próximo domingo, donde espera que el fútbol sea más rápido que el de ayer. Se encuentra en una situación desconocida: los goles ya no llegan como otras veces, ahora cuesta. Ni cuando se tienen muchas oportunidades, como contra el Málaga, ni en choques como el de la «Cham-pions» en los que tuvo el balón de manera absoluta y, sin embargo, sólo creó oportunidades claras cuando el rival se quedó con uno menos. Entonces el partido se convirtió en un duelo entre el portero sueco Wiland y un Ronaldo que vio vía libre para superar a Raúl. Las dos primeras las sacó el guardameta rival, la tercera, tras un pase de Lucas Vázquez, acabó en la portería. El segundo del Madrid, el 323 suyo como jugador blanco, más de 500 en su carrera deportiva. Un futbolista inigualable y quién sabe durante cuánto tiempo inalcanzable. Porque ha superado a Raúl y no se sabe dónde puede situar ahora la cifra de goles. Tiene tiempo por delante y muchas ganas de seguir aumentando sus cifras.
Entre tanto, mientras llegaban los goles de su ayer capitán, el Madrid tuvo la pelota, a veces con ambición y durante gran parte del tiempo para dejar pasar el tiempo, sin prisa y sin mucha claridad frente a un rival muy ordenado atrás, que obligaba al contrario a buscar otra vez las bandas. Benítez dejó en el banquillo a dos hombres claves: a Marcelo, que tuvo su primer descanso de la temporada, y Modric, que salió en los últimos minutos para dar descanso a Benzema. Con la entrada del croata, Benítez hizo otro experimento: jugar con Ronaldo como único delantero y cinco centrocampistas. No deja de probar el entrenador. El domingo, en el Calderón, su gran examen.
– Ficha técnica:
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0 – Malmoe: Wiland; Tinnerholm, Arnason, Bengtsson, Yotún; Berget, Adu, Lewicki, Rodic (Eikrem, m. 67); Djurdjic (Carvalho, m. 81) y Rosenberg.
2 – Real Madrid: Navas; Carvajal, Varane, Nacho, Arbeloa; Kroos, Casemiro, Kovacic (Vázquez, m. 73); Isco (Cheryshev, m. 83), Benzema (Modric, m. 67) y Ronaldo.
Gol: 0-1, m. 29: Ronaldo; 0-2, m. 90: Ronaldo.
Árbitro: Cüneyt Çakir (TUR). Sacó tarjeta amarilla, por el Malmoe, a Rosenberg (m.21), Berget (m. 36); por el Real Madrid, a Kovacic (m. 11), Casemiro (m. 37), Isco (m. 75). Expulsó a Yotún (Malmö) por doble amarilla (m. 36 y 78).
Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo A de Liga de Campeones disputado en el Nya Malmoe Stadion ante 21.000 espectadores. Los jugadores del Real Madrid portaron brazaletes negros en señal de luto por el fallecimiento de Ignacio Zoco.
Source: Fútbol