Torres se queda

No es oficial, pero está decidido. Fernando Torres continuará en el Atlético de Madrid la próxima temporada. Simeone ha dado el visto bueno para que el Niño siga en el Vicente Calderón. Con el equipo inmerso en dos competiciones, se prefiere no hablar del tema y se va a esperar, si los acontecimientos no se precipitan, a que concluya la temporada para hacer pública la continuidad de un jugador que es el referente para la afición rojiblanca y del que cuentan que en el vestuario del Camp Nou, con los ojos enrojecidos y llorosos, pidió perdón a sus compañeros por la expulsión.

Con la indignación todavía latente en las altas esferas del club, en el vestuario –las cámaras de Cuatro captaron a Juanfran, al salir del estadio azulgrana, decir «vaya robo»– y en los seguidores atléticos, la buena nueva es que Torres, idolatrado por la mayoría, va a seguir tratando de ayudar al crecimiento del Atlético.

Fernando, que regresó al club en el mercado invernal de la temporada pasada y que logró llenar el Calderón en su presentación, no comenzó muy bien el presente curso. Vietto, Correa y Jackson, fichado para ser el goleador del equipo, eran sus competidores en una delantera que prometía mucho y que pronto se convirtió en una decepción. El colombiano no marcaba y cuando Torres tenía su oportunidad tampoco ayudaba porque estaba negado ante el gol. Con los meses, el panorama cambió. Se liberó con el gol 100 ante el Eibar y sus prestaciones mejoraron. Con su estilo, con sus defectos a la hora de controlar el balón –la segunda tarjeta por la falta a Busquets fue fiel reflejo de lo impreciso que es en algunas acciones–, llegaron más goles y un trabajo estajanovista a la hora de presionar y de entender lo que quiere el entrenador cuando el rival tiene la pelota. Generoso en el esfuerzo, y después de un mes con molestias, marcó un golazo frente al Betis y también fue muy buena la definición que le hizo a Ter Stegen en el Camp Nou.

Paralelamente a la mejora futbolística de Torres (acaba de cumplir 32 años), el cuerpo técnico del Atlético, con Simeone a la cabeza, se replanteaba la situación del jugador. El entrenador siempre ha echado balones fuera cuando se le ha preguntado por la continuidad del Niño. Y el propio Fernando, en todas sus comparecencias públicas, contestaba con «no me han dicho nada» cuando se le inquiría o se le interrogaba sobre su futuro.

La decisión estaba en manos de Simeone. El entrenador, pese a que nunca ha deshojado la margarita, era reticente a la continuidad de Torres. Su rendimiento no era el esperado y se ha especulado con que Fernando podía acabar en el fútbol chino –Gregorio Manzano está dispuesto a llevárselo al país asiático– o en Estados Unidos también tendría acomodo.

Ahora todo indica que continuará de rojiblanco. Torres llegó cedido por el Milan, que es el que paga su ficha mientras el Atlético abona la de Cerci, el jugador italiano que fue un fiasco en el Calderón, y en junio queda libre, por lo que puede negociar con cualquier club. Sin embargo, una rebaja en sus emolumentos –rondan los seis millones por año– y un contrato por dos temporadas pondrían el punto final a todas las especulaciones sobre el Niño.

Así podría retirarse en el Atlético y pelearía por ganar algún título. Un deseo que siempre ha expresado, pero que en su historia como rojiblanco no ha podido cumplir. Se marchó al Liverpool en época de vacas flacas y, ahora que el equipo es muy competitivo, la pelea con el Barcelona y el Real Madrid es muy dura, pero el Atlético es uno de los grandes.

La continuidad de Torres podría propiciar la salida de Vietto. No hay que descartar la cesión del argentino el próximo verano. Lo que quiere Simeone es un goleador, un delantero de talla internacional. Y la primera opción es Diego Costa, el que mejor se acoplaría al sistema rojiblanco porque lo conoce a la perfección. La secretaría técnica tiene otros nombres en cartera –Cavani y Bacca– por si el Chelsea se cierra en banda con el traspaso.

Simeone no quiere que ocurra lo mismo que esta temporada, en la que el déficit goleador ha sido una rémora en muchos partidos. Con un sistema defensivo espectacular, con un centro del campo correcto, aunque habrá alguna incorporación para la zona ancha; la falta de definición ha sido la asignatura que no ha aprobado el equipo rojiblanco. Todo el peso goleador ha recaído en Griezmann y eso no es bueno. De ahí que llegará un «9» de garantías al que Torres podrá echarle una mano. Y cuando Fernando marque goles olvidará que el martes fue «uno de sus peores días como futbolista».

Source: Deportes