Todos fueron Casemiro

Your ads will be inserted here by

Easy Plugin for AdSense.

Please go to the plugin admin page to
Paste your ad code OR
Suppress this ad slot.

Cuando después de ocho años, el Madrid de Mourinho consiguió por fin pasar a cuartos de final el portugués se sentó tranquilamente en la sala de prensa y dijo: «Esto debe ser lo normal aquí». No se equivocaba Mou, antes de aquella mala racha y después de la frase del luso, los blancos han estado siempre muy cerca de lo que es su sitio natural: la final de la Liga de Campeones. Dos finales en dos años con la que disputarán el próximo día 28 en Milán y seis semifinales consecutivas es últimamente el saldo de los de Zidane, que ayer no tuvieron que sufrir demasiado para dejar en la cuneta al City. Aunque los días previos sólo se hablaba de si Cristiano y Benzema podrían estar, el madridismo y el cuerpo técnico sintieron un pequeño escalofrío cuando Casemiro se quedó fuera de la convocatoria. «Hay plantilla suficiente y otros pueden hacer el trabajo que él realiza, aunque sea con otras características», decía Zizou en la previa. Confiaba en el resto, pero también es verdad que el brasileño es uno de los nombres que más se asocia a la llegada del francés al banquillo. Benítez apostó por él sólo en los partidos de medio gas, pero en cambio Zidane ha hecho suya la titularidad del mediocentro en todas las circunstancias.

Sin él tenía que buscar el Madrid el pase a la final y aunque nadie fue exactamente Casemiro en el césped, todos lo fueron un poco. Isco se ponía ante los focos en un día grande tras varios choques en el papel secundario. Ramos le cogió en el calentamiento y le dijo un par de cosas al oído. El malagueño respondió de forma correcta, manteniendo la posición como interior y trabajando tanto como le permite su ADN. Puso así su granito de arena para que el City no inquietara y nadie extrañara a Casemiro. En el dibujo inicial Kroos era el ancla en la parte intermedia del 4-3-3, pero el alemán se siente más cómodo con el balón. El germano fue el madridista que más corrió (10,2 kilómetros), pero el que lo entendió a la perfección fue Modric, que dio un auténtico recital de cómo medir los tiempos sin la pelota. Aceleraba cuando tocaba para robar, incomodaba a la espalda del rival que salía a recibir y en cuanto recuperaba, el panorama se abría para el contragolpe blanco. Por su culpa sólo inquietaron los ingleses al principio, porque Agüero comenzó muy suelto en la mediapunta y Touré tenía tiempo para tocar y tocar, aunque fuera a dos por hora. Se las apañaron bien en el medio sin el sudor de Casemiro, protegidos también por dos centrales descomunales. Si el partido de Pepe en el Etihad fue magnífico, ayer incluso subió la nota el portugués, convirtiendo al Kun en un juvenil. Al corte, en velocidad, por arriba, Pepe y Ramos se bastaron para sostener al Madrid ante un enemigo que se hizo pequeño en un escenario desconocido.

Los blancos fueron una roca por el medio, con Marcelo menos activo en ataque por culpa de Jesús Navas y Carvajal apareciendo poco, pero de forma decisiva arriba. De su carril y de su bota salió un centro que Cristiano cabeceó alto y el pase del único gol del encuentro. En defensa controló el Madrid el partido y la eliminatoria, en esa nueva versión que Zidane está moldeando y que busca, un equipo más junto y ordenado, quizá menos eléctrico en ataque, pero que recibe menos ocasiones. Navas volvió a dejar la portería a cero, lo que permite al equipo irse a la final de Milán sin haber encajado un tanto en su estadio.

Source: Deportes

Diseño web GrupoUnetcom | No hay Registros