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El Málaga siempre es una visita muy complicada y más en una semana muy intensa para los discípulos de Zidane. La exigencia fue máxima: Athletic, Roma y Málaga. La Rosaleda se ha mostrado como un campo difícil para los grandes. Recordemos: derrota de los colchoneros, empate de los merengues y victoria de los culés con posible fuera de juego de Suárez. Y en medio de estas batallas futbolísticas apareció Rafa Benítez, con unas declaraciones inoportunas intentando justificar su fracaso con una de las mejores plantillas de Europa.
Gran año del meta
Pero hay que centrarse en el partido de ayer. Los malagueños plantearon un encuentro de mucho empuje, físico, y con una gran presión en la salida del balón de los blancos. Todo ello provocó un partido muy complicado e hizo que, por momentos, el Málaga superase a un Madrid muy irregular. Sólo la gran actuación de Keylor Navas le mantuvo con posibilidades de triunfo. ¡Qué gran temporada la del guardameta costarricense, imbatido en «Champions» y en momentos puntuales de nuestra Liga. Keylor está ágil, rápido, con reflejos. Muy bien.
Al Barça le cuesta
También hay que hablar del error de Cristiano en el penalti, o la buena intervención de Kameni, que no quiso ser menos que su colega. Con este tropiezo la parroquia madridista se pregunta si su equipo ha dicho adiós al campeonato o, por el contrario, aún le quedan posibilidades. Para ello el Madrid debe conseguir primero la victoria el próximo sábado ante sus vecinos rojiblancos para recuperar autoestima; y, por supuesto, ganar en el Camp Nou. Sólo así habrá que esperar entonces a un posible desgaste físico y mental de los culés. Un Barça, por cierto, que gana con la lengua fuera. Está difícil, no se puede negar. Pero el gen competitivo del Madrid no le permite tirar nunca la toalla.
Source: Deportes