¿Se puede ganar al Atlético?

«Trabajo para ganar, no para gustarle a nadie», dice Simeone antes de enfrentarse al Bayern. Todos los entrenadores lo hacen, pero algunos viven más pendientes de la estética. El Cholo, no. A su equipo no le importa vivir acorralado en su área, como hizo en la segunda parte del partido de ida contra el Bayern, mientras no reciba un gol. Se siente cómodo en la agonía. Sólo así se explica que Oblak haya acabado 31 partidos esta temporada sin encajar goles y que su equipo haya ganado diez encuentros por un escueto 1-0 entre todas las competiciones.

Por eso, para Simeone es una alegría el regreso de Godín. El uruguayo es uno de los capitanes del equipo y un ejemplo para el Cholo. «La jerarquía que ha demostrado Diego con hechos y su presencia es importante, pero tenemos cuatro centrales importantes con Savic, Giménez y Lucas», asegura el entrenador del Atlético. Simeone no garantiza la titularidad del uruguayo, pero sabe que su valor va más allá del futbolístico. Es un líder en el campo y, además, es el hombre que le dio al club el último título de Liga con su gol en el Camp Nou.

«El equipo ha cambiado poco en cuatro años y medio desde el punto de vista del trabajo. Y bastante en futbolistas, con gente joven, nueva, como Carrasco, Correa, Vietto, Saúl… Y eso ilusiona. La competencia interna nos hace competir hacia afuera. Tenemos jugadores que entienden lo que es jugar en el Atlético», asegura Simeone. Como Godín, uno de los jefes de un equipo renovado. Él y Gabi son la prolongación del Cholo sobre el césped. «Es una persona capaz de transmitir lo que quiere. Al equipo le ayuda mucho tener las ideas claras. Llevamos mucho tiempo con él y nos entendemos a la perfección», dice el capitán sobre su técnico.

El Atlético defiende un gol en Múnich, pero defiende también un estilo. «Al fútbol se gana de muchas maneras y yo quiero el balón. Puedo perder, pero jugaré así. Simeone y yo somos hijos de lo que hemos aprendido, enseñado… Quiero el balón, atacar lo mejor posible. ¿Cómo se le mete mano al Atlético? Es muy difícil, lo sabemos y este es nuestro reto», asegura Guardiola.

«Trabajo para mi club, que es quien me paga», afirma Simeone. «En el fútbol todos tenemos razón. Yo siempre interpreté que debo potenciar a los jugadores que tengo. Sólo elegiré cuando esté en una selección. En un club no podemos imponer nuestra idea», se defiende el Cholo.

Al Atlético no le importa dejarse dominar. En el encuentro de ida el porcentaje de posesión fue de 69-31a favor del Bayern, pero eso no le importa a Simeone. Tampoco que sus jugadores corrieran seis kilómetros más que los del equipo alemán. «Defendiendo y siendo rocoso no se llega a una final de Champions ni a una final como hace dos años. El juego del Atlético ha evolucionado mucho, tiene buenas transiciones en ataque, cuenta con jugadores rápidos y te obligan a estar concentrados al ciento por ciento todo el partido», explica Javi Martínez. Algo que ya defendió Guardiola la semana pasada. «El Atlético tiene muchas cosas», dijo. Y ha comprendido que contra el equipo de Simeone no basta con tener la pelota. « Ante el Atlético aprendimos que tenemos que ganar los duelos, cada balón lo viven como una cosa especial, en el fútbol hay que ganar duelos», explica. Los jugadores del Cholo pelean cada balón como si fuera el último. «Lo más importante que he aprendido es que aquí morimos uno por el otro. Ése es el ideal para luchar con el Bayern y volver a otra final. Juntos somos fuertes, peleamos con los mejores y se nos considera uno de ellos», dice Torres. Y eso es lo que necesita Guardiola que haga su equipo para poder competir con el Atlético.

«El Bayern es el mejor equipo al que nos hemos enfrentado en la Champions», asegura el «Niño». Los alemanes también tienen muchas cosas. Muchos jugadores, sobre todo. Y en ocasiones a Guardiola le sobran jugadores imprescindibles para el club, la prensa y la afición, como Müller. A Pep le critican que haya fichado tantos españoles –aunque se trate sólo de jugadores que se adaptan a su estilo– y que su equipo entienda la posesión como el camino a la victoria. Y quizá la única manera de que su obra perdure es que gane la Champions antes de marcharse al Manchester City. «He sido contracultural, pero necesitas tiempo. Cruyff necesitó tiempo. Alemania es un país de esperar e ir a la contra. Yo he querido otra cosa. Ha sido una lucha dura, pero un aprendizaje espectacular. Creo que he sido mejor entrenador, me he tenido que buscar la vida. En Barcelona los jugadores solucionaban muchos problemas», reconoce.

Source: Deportes