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Al fondo, detrás de «esteladas» y pitadas, aparece el fútbol, que en realidad tenía que estar delante, lo primero, pero la final de la Copa del Rey se ha convertido en el partido más politizado cuando de toda la vida ha sido el choque más bonito del año. Y en él, frente a frente, dos campeones hegemónicos que buscan ser bicampeones. Ganó la Liga el Barcelona para sumar su sexto título de las últimas ocho ediciones y se impuso el Sevilla en la Liga Europa a un equipo mítico, el Liverpool. Camino del mito van también los hispalenses, ganadores de las tres últimas ediciones y de cinco de las últimas diez del torneo continental. Ambos rivales, que nunca se han visto en una final de Copa, se harán honores antes de empezar: uno le hará el pasillo al otro y viceversa. Después… «Nos daremos caña», dice Rakitic, corazón sevillista y camiseta azulgrana. La moral de los dos equipos está por las nubes, aunque físicamente al Sevilla podría pesarle haber jugado el miércoles. «Cuando un título está en juego, no pesan las piernas», opina Vitolo. «Ellos son la fiesta del fútbol. Será difícil, pero nosotros también tenemos una buena defensa y un buen equipo, y corrigiendo algunos errores que hemos tenido podemos frenarles y ganar», continúa el atacante. Se han enfrentado tres veces en la temporada y todo han sido triunfos por la mínima. 5-4 para el Barça en la Supercopa de Europa, tras una prórroga y después de una gran remontada sevillista. «En ese partido, ni de lejos estábamos al nivel actual», piensa Luis Enrique. 2-1 venció el Sevilla en el Pizjuán en Liga… «Quizá con fortuna», recuerda el técnico azulgrana, que en la vuelta del campeonato doméstico venció en el Camp Nou por el mismo resultado. «Siempre nos ponen en dificultades: juegan bien, presionan bien, defienden bien…», insiste Luis Enrique. «Sufriremos, pero estamos ilusionados y pienso que vamos a ganar», concluyó.
De ilusión también habló Unai Emery, que sí tendrá bajas como las de Kolo, N’Zonzi o Tremoulinas. Y de hacer historia «Nos interesa la Copa. Ganar dos títulos es una oportunidad difícil de repetir. Si se desplazan 20.000 aficionados, qué más que tengamos un día en el que disfrutemos», afirma Emery. Unos 1.000 ya recibieron al equipo ayer a su llegada a Madrid. El Barça lo hará hoy.
Source: Deportes