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107 días después, Rudy Fernández volvió a sentirse jugador de baloncesto. Después de que una hernia discal le obligara a pasar por el quirófano y se perdiera más de un tercio de la temporada, Rudy regresó y demostró estar preparado para lo que se avecina. Estuvo 15 minutos en cancha, anotó cuatro triples y su maltrecha espalda no dio motivos para preocuparse. El partido ante el MoraBanc Andorra era un banco de pruebas para la visita del próximo jueves al Palau Blaugrana. Y el equipo cumplió el guión. Descansó Ayón, que volvió de Kaunas con problemas físicos; nadie jugó más de 24 minutos y la plantilla, por primera vez en lo que va de temporada, está al completo.
La reaparición de Rudy coincide con el segundo gran momento del año: las jornadas decisivas para acceder a los cuartos de final de la Euroliga. Al Real Madrid le espera un mes de exigencia máxima. El jueves visita el Palau y luego tendrá que viajar a Vitoria y Atenas para cerrar el «Top 16» recibiendo al Khimki. El objetivo es lograr al menos dos victorias, aunque podrían ser necesarias tres para evitar cruzarse con el Fenerbahçe en cuartos y con el factor cancha en contra.
«Buenas sensaciones», tuiteó Rudy después de la victoria ante el MoraBanc Andorra. Su importancia en el grupo es mayúscula. Ningún jugador aporta tanto y en tantos apartados como él. Como asegura el propio Pablo Laso es una pieza decisiva atrás, el jugador que mejor defiende sin balón en Europa. «Rudy estaba entrenando a buen nivel durante las últimas semanas y le he visto muy rápido y acertado. Estoy contento con su vuelta y con su primer partido», asegura el técnico.
Source: Deportes