Ríos de leche y hiel

Jugaban Bale y Cristiano, Modric e Isco, dinamita y arte, suficiente para doblegar al Las Palmas; pero ganaron el partido Keylor Navas, Sergio Ramos y Casemiro, por este orden. El portero no pierde la concentración, no se despista como Kovacic; ataja con valentía y despeja con espíritu kamikaze. Ramos y «Case» aprovechan sendas jugadas a balón parado para meter lo que los más avezados no huelen. Es el triunfo del portero, del central y del medio defensivo. La victoria de la hiel en medio del caos denunciado por Zidane. Situación opuesta a la desenvoltura del Atlético en los tres últimos encuentros, en cada uno de los cuales ha triplicado su capacidad goleadora sin merma en la portentosa zaga. Ha encajado 12 tantos en 29 partidos de Liga. Disfruta del mejor sistema defensivo de Europa. Los ríos de hiel del vecino son de leche y miel en su caso, una suerte de tierra prometida que le hace guiños un año más en la «Champions».

Con el decimoquinto presupuesto del fútbol continental, el Atlético está a un paso de cruzar la frontera hacia cuartos, si el PSV de Cocu no lo impide. La mejoría en el juego rojiblanco en las últimas confrontaciones, zanjadas con más vistosidad y solvencia de lo habitual, invita al optimismo. Pero partido a partido; sin desviarse un milímetro de la máxima «cholista». Sin euforia, sin garantizar una goleada ni una travesía desahogada, apuntalado en los pilares de atrás, solidariamente apoyados por el resto del equipo. He ahí el quid de la cuestión. En el Atlético el trabajo es colectivo, sin excepciones, sin fisuras, coligado hasta la extenuación; por eso con el 0-0 de la ida es más favorito que el PSV.

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