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Se nos fue una oportunidad de oro para haber recortado puntos al Barça y al Atlético por culpa de una primera parte muy floja, y de una segunda de clara superioridad en la que habrá que reconocer que faltó suerte. Sobre todo fue una salida fría del Madrid. Y unos primeros quince minutos especialmente indolentes, que aprovechó el Villarreal para abrir el marcador muy pronto. Y pudo ser peor. El equipo madridista se mostró inoperante en ataque y con lagunas atrás y en un medio campo que bajaba poco y que no robaba una pelota. En el descanso era obligado cambiar todos los registros, agresividad, mentalidad y fútbol….
Mejor segunda mitad
Y es verdad que el Madrid del segundo tiempo fue otro, salió a por el partido, todos se enchufaron y empujaron para dar la vuelta al marcador apretando al Villarreal en su propio área. Fueron cayendo ocasiones una tras otra pero por unas cosas o por otras no hubo manera. Habrá que seguir apretando los dientes…
Carencias del «4»
Dentro de ese mal tono general, hay que hablar de Sergio Ramos, el capitán que regresaba tras un mes ausente por sus problemas de hombro. Atrás quedaron las recaídas, reapariciones, idas y venidas con las pertinentes infiltraciones. No estuvo a su altura Sergio. Se le volvieron a notar ciertas carencias. Si no estás al cien por cien es un riesgo para el equipo y para él mismo. Se le notó en algunas acciones, como la del gol de Soldado. Un central que rehúye el choque queda marcado. Una señal inequívoca de que no está recuperado. También se notó en algunas entradas, aunque la amarilla se la mostraron sin hacer nada. Al final, subía alguna vez a ver si cazaba algún gol, pero él tiene que empeñar todas sus cualidades primero a defender con seguridad al equipo atrás y demostrar que quiere seguir siendo el mejor central del mundo.
Source: Deportes