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Había un rumor que decía que Gerard Piqué iba a hablar hoy para pedir, aunque fuera a su manera, perdón por los últimos cruces de declaraciones con los jugadores del Real Madrid, especialmente con Arbeloa, del que dijo que era un «cono… cido», haciendo una pausa, con la que se resaltó la palabra «cono», apodo con el que se conoce despectivamente al defensa del Bernabéu. Piqué no pidió perdón. «De Arbeloa dije que no era un amigo, que era un conocido, y que cada uno interprete lo que quiera», aseguró el barcelonista, como insinuando que él no quiso insultar a nadie, que qué mal pensado es todo el mundo.
Sergio Ramos intervino en esta «pelea» y dijo que admiraba mucho a Piqué, pero…:«A Piqué lo único que le puede decir como capitán del Madrid y capitán en la Selección también es que tenga un poco de respeto al Madrid y a un compañero», añadió el sevillano.
«El papel de Sergio Ramos es el normal de un capitán, sale a defender a un compañero», respondió Piqué. «Yo también lo admiro», continuó. «Y hablo en serio», añadió, porque con el papel que ha asumido el barcelonista tiene que matizar cuando habla en serio o con ironía. Ramos y Piqué serán casi con toda seguridad la pareja de centrales de la Selección en la próxima Eurocopa. Han tenido algún encontronazo antes, pero, por ejemplo, en 2012, en la misma competición que van a disputar el próximo verano, ambos hicieron un torneo extraordinario. Otros ex madridistas como Granero también le recriminaron su actitud, pero sobre esto pasó por encima: «No me sorprende nada. Que cada uno haga lo que quiera», fueron las palabras del defensor del Barça, al que no se le puede recriminar que no dé la cara. Si le pitan cuando va con la Selección, sale a hablar. Si ahora está en el centro del huracán, también comparece ante los medios.
Piqué será titular el jueves (11:30, Cuatro) en las semifinales del Mundial de Clubes, que el Barça busca ganar por tercera vez. «Es una buena oportunidad para seguir conquistando títulos con la filosofía que nos ha traído aquí», dijo Piqué. «No vamos a cometer el error de pensar que no hay rival», prosiguió Luis Enrique. El entrenador no quiere que los suyos se confíen ante un rival, el Guangzhou, que dirige Scolari y que tiene a jugadores brasileños como Robinho, Paulinho o Elkeson. El técnico azulgrana mantuvo la incógnita de Neymar, que llegó a Japón lesionado. Para las semifinales está prácticamente descartado.
Source: Deportes