Muguruza: De Wimbledon… al triple desafío en Río

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La nueva número dos del mundo quiere más, mucho más. Su siguiente reto es dar un paso adelante en Wimbledon, donde el año pasado ya fue finalista (6-4 y 6-4) ante Serena Williams. Aquel partido, más que ganárselo la estadounidense se lo ganó el escenario, pero sirvió para que Garbiñe Muguruza confirmara las expectativas que despertaba desde que pelotease en la Bruguera Tennis Academy en Barcelona. «Es una jugadora de grandes torneos. No sabe lo que es la presión en los partidos de verdad; quizá pueda afectarla en las primeras rondas, pero en los días grandes no», asegura Jordi Arrese.

La propia Serena Williams descubrió hace dos años a la que se ha convertido en su principal amenaza para que no alcance los 22 «Grandes» de Steffi Graf. «Si juegas así, puedes ganar el torneo», le dijo en 2014 tras sufrir un doble 6-2 en la segunda ronda de Roland Garros. Dos años después fue su víctima en la final con un estilo de juego que tiene la potencia y la frescura de la que podía presumir Serena hace no demasiado tiempo. Hay quien va más allá y ve la victoria en París como un cambio de ciclo en un circuito femenino necesitado de grandes estrellas que releven a la menor de las Williams. Serena se ha quedado a las puertas de igualar el récord de Graf en tres finales en otros tantos «Grandes» y ese objetivo parece el único que le resta en su carrera. Esas derrotas son la prueba de que el circuito femenino se ha convertido en un escenario casi ingobernable. La propia WTA necesita nuevas estrellas y rostros que den el relevo a Sharapova y la pequeña de las hermanas Williams. Garbiñe aparece como la opción más fiable. Su tenis es tan contundente como el de la estadounidense y, si los altibajos emocionales que ha tenido hasta ahora desaparecen, hay campeona para rato.

El 27 de junio arranca Wimbledon y en el sorteo Serena y Garbiñe irán por diferentes lados del cuadro, con lo que la final de hace un año podría repetirse. La final de hace un año en la hierba del All England Tennis Club y la victoria en París han evidenciado que su tenis es capaz de adaptarse a cualquier superficie. Tiene pendiente la explosión en un gran torneo en pista rápida, aunque el año pasado ya mostró todo lo que podía dar con la victoria en el Premier Mandatory de Pekín. «No me conformo con esto. Me gustaría seguir ganando torneos, dominar en la pista y sentir que el partido depende de mí», asegura la reina de París.

Source: Tenis

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