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Emoción y lágrimas, alegría y aplausos, sonrisa y dedo al aire, así celebraba el norirlandés Rory McIlroy el triunfo en su casa, el Open de Irlanda, algo que no había conseguido nunca como jugador profesional.
Esta victoria sirve para reafirmar no solo su gran golf, exquisito y con un hamre de títulos voraz, sino que le colocan como el segundo jugador en la lista de victorias consecutivas por temporada en el European Tour, con tres, siendo el líder Justin Rose, con cuatro.
Jornada para la galería de McIlroy, quien lograba un final cinco estrellas con 69 golpes (eagle, tres birdies y dos bogeys) que servirán para que se olvide de no haber pasado el corte en los tres años anteriores y que además, ha valido apra apoyar una enorme causa benéfica, la del propio Rory, quien cedió todo el dinero del premio a su Fundación.
Tras partir con tres golpes de ventaja, tuvo que afrontar el ataque de su compañero de partido RRussel Knox, uien lideraba por uno terminado el 15, de esta manera, quedaban dos pares 5, (el 16 y el 18) y McIroy volvió a mostrarse más que acertado.
A ello se le sumó que en el 16 (521 metros) tenía un drive tan largo que decidió tirar a green y lo logró con una gran madera 3 para hacer birdie con dos putts mientras Knox hacía bogey con tres y se ponía por delante; por último, en el 18 pegó una madera cinco sublime desde 230 metros que terminó a menos de uno y que, justo después, remató el eagle para una total de -12 y una victoria por tres.
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«Creo que nunca en mi vida he sentido tanta presión como hoy. Había perdido mi ventaja y el torneo se me estaba escapando; Russell hizo birdie en el 14 y el 15, que son dos de los hoyos más difíciles del campo, pero yo sabía que tenía la ventaja de la pegada en los tres últimos, así que me dije: «todavía estoy dentro, todavía tengo posibilidades» y traté de tomarlo con la mayor paciencia posible».
«No puedo explicar lo que siento. No suelo emocionarme cuando gano, pero tuve que aguantar las lágrimas en el green del 18, sobre todo cuando vi a mi familia y a mis amigos y todo el apoyo del público esta semana. Por fin he conseguido ganar delante de ellos. No tengo muchas oportunidades de jugar delante de mi gente y ha sido fantástico terminar así delante de ellos. Nunca lo olvidaré».
Knox entregó un 68 para quedar segundo con -9 empatado con Bradley Dredge, jugador que terminó con dos birdies su vuelta de 66.
Por otro lado, citar a Rafa Cabrera Bello, quien terminaba con un 70 libre de bogeys para quedar octavo empatado con -5. Así resume la semana: «Un top 10 no es una semana mala, pero me quedo con ganas de más. Ayer conseguí enganchar con los líderes pero tuve un final muy malo y hoy no he jugado todo lo bien que necesitaba para volver a enganchar».
En cuanto a los otros españoles, Adrián Otaegui (70) y Jorge Campillo (73) terminan en el puesto 19 con -2, Pablo Larrazábal (74) en el 31 con el par, Alejandro Cañizares (71) en el 43 con +2, Nacho Elvira (75) en el 48 con +3 y Borja Virto (74) en el 62 con +9.
Source: Golf