Madridista para siempre

Durante alguna parte de esta temporada, Cristiano Ronaldo despertó algunas dudas. No se le veía como otros años, ni en el campo ni lejos de él. Después del invierno de 2015, donde un ataque de melancolía hizo que bajara su rendimiento, en otoño del año pasado también se le veía más irregular. Seguía metiendo muchos goles, pero mucho menos repartidos. Había partidos en los que hacía una cantidad impresionante y después se quedaba bastantes jornadas sin marcar. Él mismo reconoció que no había estado a su mejor nivel. Tampoco le ayudó que su relación con Benítez fuese simplemente respetuosa. Ronaldo necesita cariño, sentirse valorado y cuando siente eso responde con goles. Su final de temporada con Zidane al mando está siendo espectacular, con la eliminatoria contra el Wolfsburgo como punto culminante. Sus tres goles dieron el pase en la eliminatoria que más se le complicó al Madrid en su camino a la final de Milán.

Ha cambiado Ronaldo. Sigue siendo un loco de las estadísticas, de demostrar con datos que es el número uno, pero en el club se ve en él a un futbolista más preocupado por lo que sucede al equipo y al club en conjunto, con más sentido de colectividad que nunca. Más que sus goles es su actitud. Con Zidane se siente a gusto y no se le ve ninguna gana de cambiar de aires. Su contrato termina en 2018, pero no va a haber problemas por ninguna de las dos partes para renovarlo para dos o tres años más. El jugador, con 31 años, aclarará definitivamente su futuro y se retirará del fútbol de élite en el Real Madrid, el club donde ha encontrado todo lo que buscaba: desde reconocimiento hasta títulos. Está a dos pasos de confirmar un año redondo. Mañana es complicado, pero ganar la Champions sería un colofón tremendo. Los rumores del PSG ni se han tenido en cuenta en las oficinas del Real Madrid.

Y si en el club están contentos con el último papel de Cristiano Ronaldo, la satisfacción es tremenda con Gareth Bale. Con la ausencia del portugués, ha asumido el papel al que desde hace tiempo se la ha predestinado. Con su aclimatación a la Liga y al país, Bale ha conseguido demostrar la clase de futbolista que es. Rápido, pero con un sentido del juego que va más allá de la individualidad. Si había alguna duda con su talento, y dentro del club, había muy pocas, se han disipado. Al igual que con Cristiano Ronaldo, se va a premiar el trabajo del galés esta temporada y se le va a proponer la renovación de su contrato. El actual finaliza en 2019 y por lo menos se le van a sumar un par de años, para demostrarle a él, y al resto de equipos que tienen interés en ficharle, que la unión entre Bale y el Real Madrid va para largo.

Y que ya no se le considera el heredero de Cristiano Ronaldo: tras lo visto esta temporada se piensa que ambos futbolistas pueden rendir al máximo nivel jugando juntos.

Source: Deportes