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Messi lo ocupa casi todo en el Barcelona y cuando falta hay una cierta sensación de orfandad, al menos antes de que empiece a rodar la pelota. Después, todo depende de lo que suceda en el campo. Al principio de la temporada pasada tampoco estuvo la estrella argentina, y Neymar y Luis Suárez tomaron la responsabilidad de un equipo concebido para que el ataque sea más protagonista que otras zonas del campo. Hoy, en Gijón, ambos vuelven a ser los jugadores principales de un equipo que no puede permitirse un error. «Da igual que juegue o no Messi, porque el Barcelona disfruta de grandísimos recursos y de una gran plantilla. Messi es un jugador superdesequilibrante, pero el Barcelona tiene una extraordinaria plantilla. Otras veces faltó Messi y no varió el resultado», explicaba ayer Abelardo, el entrenador del Sporting. Y es verdad; la pasada campaña, Messi se perdió once encuentros y el Barcelona ganó diez de ellos.
Lo que más preocupa en el club catalán es el estado de forma de Luis Suárez y la capacidad de concentración de Neymar, que no termina de salir nunca de sus problemas judiciales. Cuando Messi faltó hace un año, ambos marcaron 18 de los 19 goles del conjunto que entrena Luis Enrique. Es decir, tomaron un protagonismo que acapara el crack argentino. Pero ninguno de los dos, por ahora, ha mostrado esta temporada su mejor versión. Quizá ahora, con todos los focos esperando su respuesta en un día inesperadamente clave, ambos den un paso adelante.
Falta por decidir el compañero que les pone Luis Enrique. Lo más lógico sería que hiciese lo mismo que hizo el tiempo que Neymar estuvo ausente en los primeros partidos: apostar por Arda y que Paco Alcácer siga en el banquillo.
Source: Fútbol