Juega el Leganés, gana el Sevilla

Los dioses del fútbol decidieron ser muy crueles con el Leganés y conceder al Sevilla su primera victoria fuera de casa después de más de una temporada completa sin conseguirlo. Decidió un golazo de Sarabia, que apuntó y disparó a la escuadra de Serantes con una precisión y una violencia imposibles para el portero pepinero. Fue el último capítulo de una historia que puede vivir muchas veces este curso el Leganés, como todos esos equipos pequeños que andan por la Primera División con los recursos contados. En casi todo fue mejor que el Sevilla, pero el fútbol no son méritos, son goles y aunque para algunos sea la mejor forma de perder, no suma puntos en la clasificación.

El Leganés tuvo más el balón, las mejores ocasiones, el dominio y fue el que más propuso, pero todo eso no le bastó, como tampoco un par de minutos de locura en los que empató un partido que tenía muy complicado cuando lo que merecía, por juego, era ir por delante. Timor enganchó un balón en la frontal del área para dar esperanzas a Butarque y Szymanowski aprovechó la única rendija posible para superar a Sergio Rico en un remate casi sin ángulo. En un arrebato, conseguían los de Asier Garitano igualar un marcador que había dado la espalda a su esfuerzo hasta ese momento.

Salió enchufadísimo el Leganés tanto al principio como tras el descanso, pero ninguna de las dos puestas en escena le habían servido para hacer daño al Sevilla, que tiró de pegada para situarse en lo alto de la tabla. No monopolizó la posesión ni fue protagonista como le gusta a su técnico, pero siempre se las apañó para golpear al rival cuando peor pintaba la cosa. Dos contragolpes le pusieron camino de la victoria en la primera hora de juego. El Lega le apretaba siempre y los andaluces buscaban a Nasri, Vitolo y el Mudo Vázquez para tener el balón y detener el temporal. Un contragolpe bien llevado por el argentino y que él mismo decidió abrir a banda para finalizarlo tras un magnífico pase de Vietto desde la derecha dio la primera ventaja al campeón de la Liga Europa. Una bofetada para la afición de Butarque, que vive cada partido en casa como si fuera una fiesta. Antes de empezar disfruta con la visita de equipos y jugadores importantes, pero con el pitido inicial, el espíritu competitivo que Asier Garitano impone desde el banquillo también se traslada a la grada. En el césped, sus chicos interpretaron a la perfección lo que pedía la mañana, menos en el apartado de la puntería. Luciano Neves desperdició tres ocasiones claras para abrir el marcador en las que el estadio casi ya cantaba gol. Remató alto antes de tiempo un contragolpe en lugar de encarar al portero, después cabeceó fácil para Sergio Rico y más tarde no supo qué hacer dentro del área con todo a su favor y Szymanowski completamente solo en el segundo palo. Tres tesoros para un equipo como el Lega, que llega hasta donde puede con sus limitados recursos. El gol cuesta dinero y los madrileños tienen el que tienen. Perdonó Luciano y no lo hizo el Sevilla, que en otra contra encontraron su segundo premio en un doble remate de Nasri.

Se levantó el Leganés después de otro golpe y de haber puesto a prueba al portero visitante en otras dos buenas opciones de Szymanowski y Gabriel. El premio llegó después, con los cambios en el ataque de Garitano y con el Mudo Vázquez, termómetro sevillista en el medio, ya sustituido. No se conformaba con el empate el Leganés, que sentía que podía ganar, pero entonces apareció el latigazo de Sarabia para dar los tres puntos a un Sevilla pálido y con pocas ganas de proponer fútbol. Eso lo había hecho el Leganés, que tendrá que esperar para romper su racha, la de no ganar en Butarque desde que llegó a la élite.

Source: Deportes