Hasta el sábado y más allá

Ronaldo se entrenó ayer con absoluta normalidad en Valdebebas, listo para intentar ganar la Champions el próximo sábado. De su salud, de su estado físico, están pendientes todos los aficionados madridistas. Sin el portugués, o con él mermado físicamente, será mucho más complicado hacer daño al Atlético. Ningún equipo se encierra como el de Simeone y Cristiano da muchas alternativas al Madrid y pone en problemas al rival. Puede entrar por la banda, puede ir en vertical hacia el área; es un peligro en los lanzamientos lejanos y en las faltas. «Voy a estar al cien por cien. Estaré mejor que en Lisboa. Allí estaba lleno de dolor en los isquios», dijo ayer en una entrevista a «Jugones» de LaSexta.

Cristiano es fundamental para el encuentro del sábado, pero también para después, porque la vida continúa se gane o se pierda contra el Atlético. Y en esa vida, Ronaldo se ve en el Real Madrid, no sólo hasta 2018. Incluso hasta 2021 que puede ser la fecha en la que renueve. «Claro que me quiero quedar en el Madrid», dijo ayer a «Jugones». Está mejor que nunca en el Santiago Bernabéu: «Hubo momentos buenos, malos… Es la vida. Hace cuatro años no estaba feliz porque pasaron cosas que no me gustaron. Ahora sí estoy contento y quiero seguir en este club porque no veo a ninguno mejor que el Real Madrid. Si pones todo en la balanza, no tienes nada mejor», dice ahora. Ni el PSG, que parece el club que, económicamente, puede afrontar una operación como la de Cristiano Ronaldo, ni ningún otro. «Que se olviden todos. Porque el Real Madrid es el mejor», continuó el portugués.

Sin dudas, sin ningún matiz, quiere continuar más tiempo en el conjunto blanco y dentro del club hay pocas pegas para que lo haga. Es verdad que en otras épocas hubo suspicacias, que la relación entre el presidente y el delantero pasó por algún claroscuro y que, además, el futbolista, que sabe manejar muy bien sus cartas, hizo algunos movimientos de cara a la galería, para inquietar. Ya se ha terminado eso. Puede que la renovación de Ronaldo se haga enseguida, la semana que viene, suceda lo que suceda en la final del sábado. Lo único que cambiará será el humor de los presentes en el acto.

Gran culpa del cambio de Ronaldo esta temporada la tiene Zidane, con el que mantiene una gran complicidad: «Es listo, no habla mucho. Quien habla demasiado no presta mucha atención. Es una persona tímida, pero muy positiva. Me identifico con esas personas, es muy profesional». Una relación que de ninguna manera mantenía con Rafa Benítez, que intentó enseñarle a tirar faltas. «Hay cosas que las tienes o no las tienes. Se puede sacar algo positivo de los entrenadores. No sólo hablaba de las faltas, también de patear el balón, de hacer dribling, pero es cosa de ellos», cuenta a Pedrerol de Benítez. Y no le convencía, claro: «Yo le decía: “Vale”. Hay cosas con las que no puedes tener un debate con otra persona porque si piensa tan diferente, le dices ‘‘gracias’’ y ya está…».

Source: Deportes