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Al Atlético le basta con no encajar goles en Múnich contra el Bayern para llegar a su tercera final de la Liga de Campeones. El gol de Saúl en la ida provoca que el equipo de Simeone sólo tenga que hacer eso que sabe hacer tan bien: salir de los partidos con su portería a cero. El del sábado era el décimo 1-0 de la temporada para el Atlético y lo consiguió sólo con la mitad de la defensa habitual en el campo. Juanfran y Giménez escoltaban a Oblak junto a Gámez y Lucas. Pero la gran noticia para el Cholo es el regreso de Godín. El uruguayo y Carrasco recibieron ayer el alta médica y podrán jugar el partido de vuelta en Múnich.
La presencia del uruguayo es fundamental para Simeone. Es el jefe de la defensa, el carácter que nace desde el fondo del equipo, uno de los pocos imprescindibles para él en el grupo. Ya ha dicho en varias ocasiones que los únicos intransferibles para él son Koke y Godín.
El central rojiblanco resistió el codazo de Luis Suárez en el partido de vuelta de la Liga de Campeones contra el Barcelona, pero se «rompió» una semana después en el partido de Liga contra el AthleticClub. Godín se ha perdido los dos últimos partidos de Liga y el de ida de la Champions contra el Bayern. Pero en Múnich será una vez más el jefe de la defensa rojiblanca.
Simeone, como hizo en el encuentro de ida, ha convocado a toda la plantilla, incluido Bernabé, el portero del filial, para enfrentarse al Bayern. Se trata, sobre todo, de hacer grupo, de que todos se sientan implicados en el futuro del equipo.
Source: Deportes