Your ads will be inserted here by
Easy Plugin for AdSense.
Please go to the plugin admin page to
Paste your ad code OR
Suppress this ad slot.
«Es inadmisible que los ‘‘hooligans’’ vengan a sembrar el desorden en el Viejo Puerto», comentaba ayer Michèle, y es el sentimiento general de los marselleses, tras sufrir en su ciudad los enfrentamientos entre hinchas rusos e ingleses antes y después del partido que enfrentó el sábado a las dos selecciones. El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, expresó su condena contra las «hordas alcoholizadas» en el mismo tono, y anunció que había pedido a los prefectos que tomaran las medidas necesarias «que ya han impuesto algunos» en lo que se refiere a la restricción de la venta, transporte y consumo de alcohol, para «prohibirlo la víspera y el día de los partidos, y los días de apertura de las ‘‘fan zones’’».
Los violentos incidentes de la víspera, en los que resultaron heridas 35 personas, tres de ellas gravemente, se han saldado con la detención de diez personas de cinco nacionalidades que ayer seguían en comisaría. Y según el fiscal varios de ellos serán presentados hoy ante el juez en comparecencia inmediata, mientras que continúan las investigaciones sobre los que pesan los hechos más graves. Dos rusos que fueron dejados en libertad tienen la orden de abandonar Francia.
La cuestión que surgió ayer era el grado de eficacia de las fuerzas del orden a la hora de realizar su trabajo. Las autoridades afirmaron que el hecho de que esa ola de violencia no hubiera sido evitada no significa que fuera un fracaso del dispositivo de seguridad diseñado para la Eurocopa. «El dispositivo era suficiente», afirmó ayer el prefecto de la región de Bocas-del-Ródano, Laurent Nuñez: «Los incidentes sólo duraron hora y media y pudieron controlarse gracias a la intervención de las fuerzas del orden, que actuaron de forma reactiva, determinada, y con gran sangre fría».
También el jefe de la División Nacional de la Lucha contra el Hooliganismo, el comisario Antoine Boutonnet, abundó en el mismo sentido: «No hay constatación de fracaso», dijo en una entrevista a AFP. El Gobierno ha puesto en marcha una oficina de cooperación internacional para luchar contra el «hooliganismo». Participan 180 policías de 123 países para reforzar el trabajo de las fuerzas del orden francesas. Además, de forma preventiva, se ha impedido entrar a Francia a 3.000 hinchas violentos que tienen prohibido ir a los estadios en su propio país.
Las críticas a la violencia de la Policía durante las manifestaciones que han tenido lugar contra la reforma laboral en Francia se han repetido también tras los incidentes de Marsella. Reekah Vardy, esposa del atacante del Leicester, Jamie Vardy, compartió en Twitter lo vivido: «Fue sin duda la peor experiencia de un partido fuera. Gaseados con gases lacrimógenos sin ninguna razón, encerrados y tratados como animales!».
Geoff Pearson, profesor de derecho penal en la Universidad de Mánchester y que estaba en Marsella para observar el comportamiento de los hinchas, afirmó a «The Guardian» que había habido «una respuesta policial desproporcionada». Para Cazeneuve los que cuestionan el trabajo de la Policía hacen declaraciones «injustas e irresponsables».
También existe otro paralelismo entre cómo se ha tratado la violencia durante las manifestaciones contra la reforma laboral y durante la Eurocopa. En el primer caso, las autoridades insistían en diferenciar a los manifestantes de los «golfos» que agredían a la Policía; y ayer el ministro del Interior hablaba de los «pseudohinchas» que «toman el deporte como pretexto». El dispositivo policial de Marsella, con 1.300 agentes, «estaba diseñado para cubrir el estadio, las ‘‘fan zone’’ y el centro de la ciudad», dijo el prefecto de la región. Y no parece que el aumento del número de agentes pueda ser la solución.
Source: Deportes