"Es nuestro icono"

Justo antes de que el Real Madrid apareciera por el túnel de vestuarios, en los altavoces del Bernabéu empezó a sonar «Thunderstruck», el temazo de AC/DC. Y así, como un trueno llegaron los primeros dos goles del Madrid. En menos de un minuto y medio, Cristiano marcó dos goles y dejó la noche donde el Madrid quería. El portugués es un anotador insaciable y no le hace falta que el equipo lo esté bordando para encontrar la red del enemigo. Por eso, primero tiró de olfato goleador para cazar un balón que Carvajal había puesto en el área y un rebote había envenenado. Naldo y Dante se quedaron helados y Cristiano se lo hizo pagar. «Es nuestro icono. Ha habido muchas críticas esta temporada y, mira, se reivindica, aunque para nosotros no hace falta porque sabemos de lo que es capaz», decía Ramos a las cámaras de Atresmedia. Eran los elogios del capitán a la estrella, que se merendó al Wolfsburgo sólo con su gatillo. De falta directa, aprovechando una rendija de la barrera, puso el lazo a un «hat trick» que le permitía alcanzar los 16 tantos en esta Liga de Campeones, a uno sólo de los 17 que marcó en el año de la «Décima» y que hasta ahora es el récord en la Champions. Él mismo amenaza su registro y ayer se concedió la oportunidad de tener dos partidos más para seguir sumando.

Cristiano volvió ayer a contradecir a los que le acusan de no aparecer en los partidos importantes. Ayer era uno de los de verdad, porque el Wolfsburgo tenía una muy buena renta, y el portugués se puso el traje de líder. Puso de pie al Bernabéu, que si le veneró al principio, cuando su nombre sonó por megafonía, acabó rendido al portugués, imitando su ya famoso grito de guerra. «Por estadísticas, decían que la remontada no era posible, pero hemos sabido manejar muy bien los tiempos del partido», reconocía Sergio Ramos. El equipo respiró un poco del esfuerzo tras el 2-0, para volver a la carga tras el descanso. «Necesitaba una noche como ésta. No recuerdo un partido sin dolor», añadía el sevillano, que firmó sus mejores minutos del año cerrando el paso a los pocos intentos alemanes.

Con la remontada consumada, el Madrid ya pudo mirar a semifinales, una ronda en la que se ha colado en las últimas seis temporadas. Hasta la última eliminatoria llegó en las tres temporadas de Mourinho, y lo mismo sucedió en los dos cursos siguientes con Carlo Ancelotti al mando. Zidane, en su primer intento de remontada como entrenador, también lo consiguió para mantener una serie que ya ha hecho olvidar la época en la que la frustración llegaba siempre en octavos. Ahora es distinto y la bola blanca estará en el sorteo del viernes.

Source: Deportes