"El sueño amarillo sigue vivo"

Nairo Quintana se ve ya el domingo vestido de rojo en el podio de La Castellana. El golpe del pasado domingo en Formigal con la imprescindible ayuda de Alberto Contador le ha acercado a la victoria final en la Vuelta, pero no piensa descuidarse. Ha aprendido que hay que estar atento. Eso fue lo que le valió distanciar a Froome en la general y lo que piensa seguir haciendo hasta ahora. “Los rivales probarán y estaremos atentos”, asegura el colombiano.

La alianza circunstancial con Contador ha afianzado su puesto en la general. Pero eso no quiere decir que vuelva a repetirse. “Froome sigue en carrera y es un gran rival, como Alberto y Chaves. Son rivales fuertes, que están siempre ahí. Si les dan la oportunidad de ganar o encuentran algún descuido lo aprovecharán”, advierte. Tampoco son enemigos Contador y él. “Ni peleamos ni hablamos mal. Somos rivales de equipos diferentes. Con otro equipo también se hacen alianzas muchas veces para buscar beneficios Se habla siempre de buscar lo mejor para cada uno”, asegura el líder.

Nairo comenzó la temporada con una obsesión difundida al mundo a través de las redes sociales con la etiqueta #sueñoamarillo. “Siempre hemos hecho la preparación intentando ganar al Tour El sueño amarillo sigue vivo. Seguiremos luchando para conseguirlo. Todas estas situaciones por las que pasamos este año nos hacen aprender a seguir preparándonos”, asume. Para el mánager del Movistar, Eusebio Unzué, se tratraba de una cuestión precipitada. “El ‘sueño amarilllo’ se interpretó como algo que nos condicionaba. [Quintana] No estaba para pensar en afrontar el Tour pensando en ganar. Cada carrera para él va a ser una gran lección, un master que es lo que necesita. Sigue su progresión y ésa es su realidad. Ha aprendido mucho más en el Tour de todo lo que le ha sucedido que si lo hubiese ganando La base sobre la que se sostiene es cada vez más amplia y tiene más experiencia”, asegura Eusebio.

Lo sucedido en el Tour le sirvió como aprendizaje. “Aprendí a, cuando el cuerpo te derrota, tener los pies en el suelo y la cabeza en su sitio para ser fuerte. En el Tour he tenido que seguir adelante, ser el líder del equipo. No podía dejar al equipo abandonado y debía tomar las riendas. He crecido muchísimo para mi rendimiento deportivo”, reconoce. Un crecimiento que ahora pone en práctica para ganar la Vuelta. “Estaremos mirando cuántos ataques llueven y sí da la oportunidad más tiempo no nos vendría mal”, dice.

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