Your ads will be inserted here by
Easy Plugin for AdSense.
Please go to the plugin admin page to
Paste your ad code OR
Suppress this ad slot.
En las puertas de los cuatro ascensores del hotel oficial de la Final Four en Estambul hay imágenes de cada uno de los cuatro equipos que aspiran a ganar la Euroliga: Real Madrid, Fenerbahçe, CSKA y Olympiacos. En el ascensor del Madrid la figura más destacada es la de Sergio Llull. No podía ser otro. Es la estrella, el alma del equipo de Laso y durante este fin de semana todo apunta a que será nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) del torneo. Será el tercer español que lo logre después de Juan Carlos Navarro en 2009 y Sergio Rodríguez en 2014.
De momento, Llull ya ha sido incluido en el quinteto ideal junto a De Colo (CSKA), Bogdanovic (Fenerbahçe), Printezis (Olympiacos) y Udoh (Fenerbahçe). Sólo el pívot estadounidense de los anfitriones es una amenaza en la lucha por el MVP. Los dos primeros se han perdido demasiados partidos por culpa de las lesiones y el ala-pívot griego no está en ninguna quiniela. Los números, las canastas decisivas, su estilo de juego y el liderato del Madrid en la primera fase son argumentos suficientes para que Llull sea reconocido oficialmente como lo que es: el jugador más determinante de Europa. En casi la mitad de los partidos (13) ha anotado tres triples o más; en 21 ha dado cinco asistencias o más; anota (16,4), pasa (5,9) y juega (27:44) más que nadie en el Madrid; casi 30 de los puntos de su equipo, más de un tercio de lo que anota, salen de sus manos… Pero a él lo que le obsesiona es la Décima: «No juego para ser el mejor jugador de la Euroliga, juego para que mi equipo gane y si tengo que dar un paso al frente y asumir responsabilidades lo hago, pero el equipo no depende de mí. De lo que se trata ahora es de ganar la Euroliga».
En su décima participación continental, Llull se ha convertido en un jugador único. Laso, su técnico, presume de él y de una apuesta que fue muy criticada: «Cuando llegué hace seis años al Real Madrid lo puse como base y mira lo que es ahora. Pero lo que más orgullo me provoca de Sergi es que hace mejores a sus compañeros. La gente tiende a quedarse con él como un jugador capaz de meter tiros decisivos en los segundos finales, pero hay mucho más en lo que ayuda al equipo». Sergio Scariolo, el seleccionador que estos días también anda por Estambul, dice: «No hay un jugador en Europa que aporte tanto como él en los dos lados de la cancha». Y sus compañeros están rendidos a un tipo que este año ya ha ganado varios partidos casi solo. «Se lo merece», era la afirmación unánime horas antes de partir hacia Turquía. «Es un ejemplo en todo, dentro y fuera de la cancha», comenta Doncic.
En el Fenerbahçe, Llull ha sido el jugador que ha ocupado más trabajo a sus ojeadores. «Es el más determinante de Europa», asegura Josep Maria Izquierdo, ayudante de Obradovic. El técnico serbio es un enamorado del base: «Es un ejemplo para los jugadores más jóvenes. Quedarse en Europa en lugar de ir a la NBA le convierte en un referente. Es un líder».
La receta del base para volver a una final de la Euroliga dos años después es clara: «Ahora se trata de no tener ni un solo segundo de despiste y de jugar los 40 minutos como si no hubiera un mañana. Al Fenerbahçe se le puede ganar haciendo las cosas muy bien. Ojalá les juegue en contra la presión de hacerlo en casa, de ser los locales. Nosotros tuvimos la experiencia de 2015 y notamos los empujones de la afición cuando más lo necesitábamos. Lo lógico será llegar a un final ajustado y en esos momentos debemos tener la cabeza fría para poder decidir en los últimos instantes». Como ya ha hecho tantas veces el futuro MVP de la Euroliga.
Source: Deportes