El partido de sus vidas

Hace año y medio San Siro era el estadio de Fernando Torres, cuando jugaba en el Milan sin demasiado éxito. Ahora quiere que el estadio perviva para siempre en la memoria de los aficionados rojiblancos. «Espero que San Siro a partir de ahora sea un lugar mágico para los atléticos, donde siempre podamos mirar y tener buenos recuerdos. Lo veo como el estadio del Atlético. Ojalá que sea una noche única en la historia de nuestro club», dice el delantero madrileño. «He tenido la suerte de ganar con el Chelsea y con la selección muchas cosas, pero esto es especial. Es diferente», dice. «Es el partido de mi vida. Sin ninguna duda».

El de hoy puede ser el partido de las vidas de todos los atléticos. Empezando por su entrenador, Diego Pablo Simeone. «Jugar una final es algo fantástico y ganarla es supremo», advierte. «Me encanta tener 113 años de historia. Me encanta», asegura. Pero en esos 113 años al Atlético siempre se le ha escapado la Copa de Europa. La perdió contra el Bayern en el 74 en Bruselas. Y hace dos años en Lisboa contra el Madrid. «Desde entonces trabajamos con la misma pasión, ilusión, competencia e intensidad», explica el Cholo. «Hay posiblemente diez futbolistas distintos a aquellos que estaban en la final en la otra oportunidad. Y es lo más valioso que tiene este club, que se logra reinventar continuamente», asegura.

Simeone destaca la importancia del centro del campo en el primer tramo de partido, aunque fue en el último cuando perdió la Copa en Lisboa. «Ya sea nosotros para poder presionar y salir y ellos, calculo, para hacer algo similar, más allá de que sin ninguna duda en el inicio del juego es posible que el Madrid, por su calidad técnica, proponga más juego», dice.

El Cholo ha conseguido que sus jugadores no recurran a las lágrimas para recordar la final de Lisboa. Y el ejemplo es Gabi, el capitán. «El pasado no sirve de nada ahora. Ni ganarle tantas veces seguidas al Real Madrid ni la final de Lisboa. Todo lo que queda atrás es pasado para nosotros y sólo nos van a valorar por lo que hagamos hoy. Tenemos la experiencia y la sensación de que podemos ganar al Real Madrid y vamos a intentarlo», afirma. «De la final de Lisboa me quedo con el orgullo de los jugadores que estuvimos ahí. Nunca el equipo se dio por vencido, fue una derrota cruel, pero teníamos la esperanza y la ilusión de volver a tener una oportunidad. Lo hemos conseguido. Nadie nos ha regalado nunca nada. Es muy difícil lo que está consiguiendo este equipo y mañana tenemos otra oportunidad. En esa final de Lisboa quedó reflejado a lo que aspira el Atlético», añade.

Lisboa sirve como inspiración para los futbolistas rojiblancos. «Se trabaja siempre para seguir creciendo, mejorando, insistiendo y, como todo en la vida, si insistes, a la larga, las cosas aparecen», reconoce Simeone. «Lo mejor que ha tenido este grupo es insistir, volver a prepararse, a levantarse, volver a trabajar, reinventarse y no cambiar la estructura, no cambiar sistemas, no cambiar la identidad ni el compromiso», insiste. «Cuando repites, repites, repites y eres insistente en lo que haces se puede».

Simeone, supersticioso hasta donde se puede ser, se lamenta de que se menosprecie su trabajo por su apego a la cábala. «La continuidad en los éxitos deportivos del club y el trabajo te posicionan en uno de los lugares privilegiados de los mejores equipos de Europa», afirma. Y ahí está situado desde hace un par de años el Atlético de Madrid.

Source: Deportes