El orgullo de Samuel Sánchez… a los 38 años

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“Me siento feliz”, decía Samuel Sánchez después de ganar su primera etapa desde que fichó por el BMC, hace ya casi tres temporadas. Samu, acostumbrado a ser el líder del Euskaltel, pensó dejar la bici después de que se disolviera el equipo vasco. La aventura ciclista de Fernando Alonso no prosperó y se encontraba con 35 años, con sueldo de líder de un equipo World Tour y la temporada a punto de comenzar. Demasiados problemas. Hasta que apareció el equipo belga de licencia estadounidense para rescatarlo. Su labor ahora sería otra, hacer de líder en la Vuelta y cuidar de sus jefes en el Giro o en el Tour. Así han sido sus dos últimas temporadas, sin el brillo ya de años anteriores.

No había ganado una carrera, aunque lo buscó durante estos dos años. Ayer se encontró por fin con el triunfo que tanto esperaba. Después de pasar en dos ocasiones por el muro de Aia, ése que hace dos años obligó a muchos ciclistas a poner pie a tierra, el mismo que decidió la carrera el año pasado en una contrarreloj, el grupo de los mejores devoró a Carlos Verona, Tim Wellens y Luis Ángel Maté. Verona se marchó solo antes de llegar a las rampas más duras, cuando a los tres de delante los alcanzaron otros tres que peleaban por la general: Contador, Quintana y Henao. Pero los favoritos sólo se vigilaban, ninguno se atrevía a desgastarse demasiado por temor a sus rivales. “En las rampas finales de Aia lo hemos probado, pero con la lluvia y las pintadas era difícil levantarse del sillín”, confesaba Alberto después de la etapa. Y, uno a uno, se fueron marchando los otros. Primero Verona, luego Wellens y más tarde Maté.

El pelotón aprovechó la dejadez de los tres favoritos para cazarlos y, cuando parecía que ya había pasado lo peor para ellos, también alcanzaron a Verona, Wellens y Maté. Empezaba una carrera nueva y ahí, el más listo fue Samuel. Atacó en la última cuesta, la de Txanka, para coger unos metros. Sabía que después, en la bajada, iba a ser difícil que lo alcanzaran. Pocos bajan como él, que se hizo un ovillo sobre el cuadro para derrotar al viento. Apretaba los dientes Samuel y volvió a apretarlos al final, cuando el pelotón parecía que se le echaba encima. Lo tenía todo controlado, levantó la cabeza, levantó los brazos y, por fin, sonrió. Landa, el líder, entraba ocho segundos por detrás y dejaba el amarillo para Wilco Kelderman. Henao, Quintana y Contador, siempre juntos, entraban con el mismo tiempo de Samuel.

“He visto que la gente venía muy tocada y que hubo batalla entre los grandes favoritos. Aproveché para atacar, lo di todo y lo conseguí. Un sueño hecho realidad”, confesaba al cruzar la meta. “Cada vez cuesta más ganar, y cuando lo consigues se disfruta más. Estoy cerca de dejar la bici, si no este año, será el que viene. Ganar ahora sabe mucho mejor”, añadía. Es la octava victoria de Samu en una Vuelta que ya ganó en 2012. “Esta es mi casa y ganar aquí, después de la desaparición del Euskaltel Euskadi, es algo muy especial”, asegura. “En el pelotón todavía quedamos un grupito del ‘Imserso’ que de vez en cuando tenemos nuestros destellos. Muy grande Samu Sánchez”, le felicitaba Purito Rodríguez en Twitter.

Source: Deportes

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