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Con miradas e intenciones diferentes se veían las caras el Málaga y el Celta en La Rosaleda. Cuando ninguno se juega nada y los puntos son sólo eso, números, se espera que el menos el fútbol aparezca. Fuera corsés, fuera nervios. Berizzo se la juega a una carta y volvió a apostar por su segunda unidad, con escasas apariciones de jugadores considerados titulares. El Málaga, mientras, vive en una fábrica de sueños desde hace un mes. Cinco victorias en seis encuentros permitían a los de Michel disfrutar sobre el terreno de juego. Repitiendo el once que derrotó al Sevilla, el Málaga dejó el balón al Celta para salir en desbandada a la contra. La jugada le pudo salir bien antes del cuarto de hora porque Sandro, tras un recorte fantástico, remató junto al poste de Sergio pero el meta consiguió rectificar y desviar el esférico a córner. Después llegó el gol, bueno, el golazo del joven cantearon Ontiveros. Cogió un balón en la línea de tres cuartos, dejó mareado a Pape Cheikh, enfiló hacia el centro y lanzó un disparo seco, con su pierna izquierda, que se coló junto al poste izquierdo de la portería viguesa. Golazo del extremo, que poco a poco sigue creciendo bajo la atenta mirada y sapiencia de Michel. El Málaga se estiró un poco y Sandro la tuvo de nuevo, pero Sergio volvió a interponerse en su camino par anegarle el gol. El Celta asumió las riendas del juego el último cuarto de hora, con mucho dominio, más posesión de balón, pero ninguna profundidad. Y en el fútbol si dominas pero no tiras a portería no eres nadie. Con la victoria mínima local se llegó al descanso tras una primera mitad entretenida.
La segunda mitad comenzó eléctrica porque ambos contendientes se olvidaron de las defensas y buscaban el gol. El Celta, con más dominio de balón hasta el límite del área, carecía de profundidad y de pegada. Marcelo Díaz tuvo una buena oportunidad en un golpe franco que rozó el palo, pero fue el Málaga, a la contra, con rapidez, quien iba a golpear. En una contra llegó el balón al ariete y máximo goleador local, Sandro, que hizo una bicicleta para deshacerse de su rival y ver frenada su carrera por una falta clara dentro del área. El penalti -muy claro- lo transformó Recio con tranquilidad engañando a Sergio. El gol dio alas al Málaga, que jugaba a placer ante un Celta que no encontraba vías de agua en la defensa rival aunque quería poner a prueba a Kameni. El Celta dominaba pero sólo Sergi Gómez fue capaz de rematar a las manos del meta local una falta. A falta de diez minutos un encontronazo en la banda, junto al banquillo visitante, provocó un enfrentamiento entre Berizzo y Gallego, a quien insultó. Se armó una buena polvareda y el técnico gallego terminó expulsado en el vestuario y varios jugadores con tarjeta amarilla. Ya casi al límite, Beauvue vio cómo su remate fue rechazado por Kameni, en la mejor ocasión céltica. A la contra, tercero del Málaga. Jugada de tiralíneas entre keko y Juankar que finaliza a puerta vacía Sandro.
Victoria del Málaga, que sigue con su racha y su buen juego, y derrota de un Celta disminuido que pensó más en Old Traford que en la Liga.
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3 – Málaga: Kameni; Torres, Llorente, Luis Hernández, Ricca; Ontiveros (Keko, min. 84), Recio, Camacho, Jony (Juankar, min. 74); Pablo Fornals (Chory Castro, min. 89) y Sandro.
0 – Celta: Sergio; Lemos, Cabral (Roncaglia, min. 58), Sergi Gómez, Planas; Pape Cheikh, Marcelo Díaz, Jozabed (Guidetti, min. 82), Señé (Hjulsager, min. 71); Bongonda y Beauvue.
Goles: 1-0, min. 25: Ontiveros. 2-0: Recio, de penalti. 3-0, min. 91: Sandro.
Árbitro: Del Cerro Grande, C. Madrileño. Bien. Mostró tarjetas amarillas a Recio del Málaga y a Lemos, Jozabed, Guidetti (en el banquillo) y Pape Cheikh del Celta. Expulsó al entrenador visitante Berizzo por una discusión con Recio.
Incidencias: Buen ambiente en La Rosaleda, con 20.552 espectadores.
Source: Fútbol