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El fútbol destila una pasión diferente que atrapa a cualquier ciudadano, sobre todo si los dos rivales entienden que deben dejarse la piel por el espectáculo. Cuando en juego solo están los puntos, cuando no hay presión porque todos los objetivos están ya conseguidos, los jugadores se liberan, dejan los habituales corsés impuestos por los técnicos, y ofrecen sus mejores talentos. Málaga y Las Palmas saltaron a La Rosaleda dispuestos a cerrar la temporada con una buena mañana de fútbol. Javi Gracia -en la grada cumpliendo sanción- y Quique Setién dejaron la iniciativa a sus jugadores y la verdad es que el aficionado pudo disfrutar. El conjunto local comenzó con fuerza, presionando salida del balón de los canarios e impidiendo ese juego de toque que tanto gusta en las islas. Charles tuvo la primera antes de cumplirse dos minutos, pero se encontró con Lizoain, igual que Cop unos minutos más tarde. Después fue Camacho el que no acertó por partida doble, por lentitud y por falta de puntería. Las Palmas no había aparecido en ataque hasta que mediada la primera parte William José remató de cabeza un buen centro para encontrarse con el poste. Poco después, Cop sí acertó en su remate para marcar el primero de la mañana y abrir el marcador. El tanto local despertó a los canarios, que a base de triangulaciones cortas, al primer toque, se adueñaron del partido. Como las marcas no eran para tirar cohetes, William José remató en boca de gol un remate de un compañero -que estaba sólo- para hacer el empate. Error garrafal de la defensa del Málaga, que se olvidó de las marcas en un saque de esquina. El gol canario puso de manifiesto la escasa intensidad local a la hora de defender. El tanto animó al cuadro isleño, que se imponía en todos los sentidos. Ochoa demostró sus reflejos y salvó a su equipo tras sendos remates de El Zhar y Tana. Cuando parecía que nos íbamos al descanso con empate Juanpi empaló una buena jugada desde el borde del área rebotando su disparo en el brazo de Lemos. Penalti claro y Charles, engañando a Lizoain, adelantaba de nuevo a los locales para llevarse al descanso con 2-1 para el Málaga.
La segunda mitad transcurrió de forma más lenta. El calor se intensificó y los protagonistas notaron de forma evidente además que se trataba del último encuentro. Aunque el choque se abrió y los canarios buscaron con más ahínco el gol del empate, apenas se produjeron ocasiones destacadas hasta el último cuarto de hora. Ahí apareció el internacional mexicano Ochoa, que ha terminado el curso en una forma inmensa, con varias intervenciones que desquiciaron a los delanteros canarios. William José, El Zhar y Viera lo intentaron pero siempre chocaban con el meta local. Incluso, Ochoa fue capaz de sacar una mano salvadora junto al palo cuando el balón ya se colaba tras un remate de El Zhar. Con las fuerzas muy justas, el Málaga certificó su victoria en los últimos seis minutos con dos nuevos goles de Atsu y Charles. Al final, triunfo local que le deja en la octava posición después de haber sido colista tras la decimosegunda jornada ante un equipo canario consistente que ha cumplido de sobra.
4 – Málaga: Ochoa; Torres, Albentosa, Weligton, Rica; Juanpi (Atsu, min. 60), Camacho, Recio (Pablo Fornals, min. 62), Chory Castro; Cop (Duda, min. 76) y Charles.
1 – Las Palmas: Lizoain; D. García (David Simón, min. 36), Lemos, Bigas, Castellano; Roque Mesa, Tana (Vicente Gómez, min. 76),Viera, Momo (Wakaso, min. 76); El Zhar y W. José.
Goles: 1-0, min. 26: Cop. 1-1, W. José. 2-1, min. 45: Charles, de penalti. 3-1, min. 84: Atsu. 4-1, min. 86: Charles.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea, C. Vasco. Mostró tarjetas amarillas a Torres del Málaga y a Lemos de Las Palmas.
Incidencias: Media entrada en La Rosaleda, unos 15.000 espectadores.
Source: Deportes