Your ads will be inserted here by
Easy Plugin for AdSense.
Please go to the plugin admin page to
Paste your ad code OR
Suppress this ad slot.
Lo de Zidane es un auténtico milagro. Ha conseguido que futbolistas que apenas jugaban, tocados anímicamente, salgan ahora al campo y deslumbren a todos. Lo vimos con Isco y James en Getafe o ante el Eibar. Con Zizou, aunque no tienen un sitio fijo en el once titular, han vuelto a sentirse importantes. Es precisamente con estos jugadores menos habituales con los que más habla el entrenador francés, que ya como segundo de Ancelotti tenía un trato especial con los suplentes, como Casemiro. Su abrazo con él tras eliminar al Wolfsburgo fue muy significativo. Zidane ha sido futbolista. De los más grandes. Y sabe mejor que nadie la importancia que tiene un vestuario unido donde todos sus integrantes se sientan implicados al máximo. Y eso no se consigue haciendo cosas como pelotear a los mejores para agarrarse al cargo. Lo demostró ya en su etapa de jugador, renunciando a su último año de contrato con el Real Madrid, un gesto muy raro de ver en este mundo del fútbol.
Unidad
A Zidane nadie le tiene que explicar eso de que los equipos ganan partidos y las plantillas, campeonatos. Desde el primer momento ha sumado para la causa a los 22 jugadores. Se respira unidad por los cuatro costados. Y con ello, ha llegado la mejor versión de todos los jugadores.
Todos son mejores con él
Cristiano es más líder y solidario que nunca, y vuelve a ser casi infalible de cara a portería. Benzema, al que Zizou ha cuidado y aconsejado personalmente en las dificultades personales que atraviesa, está firmando sus mejores cifras como madridista. Lo mismo pasa con Bale, que está haciendo un fútbol fantástico. También el galo ha encontrado el equilibrio que faltaba con Casemiro, una solución que estaba en casa. Y Sergio Ramos vuelve a ser el capitán que necesitaba el Madrid. Están enchufados.
Source: Deportes