El Barcelona acaba con la "Liga de Luis"

Decía Luis Aragonés que las Ligas se deciden en las diez últimas jornadas y Luis Enrique le compra la teoría: «Es el tramo decisivo, cuando más cuesta ganar los puntos porque los equipos se juegan mucho», afirma el entrenador asturiano. Pero su Barcelona va directo a que esta temporada esa máxima no se cumpla. El Getafe fue su última víctima para continuar una racha que da escalofríos: son 37 partidos consecutivos sin perder entre todas las competiciones (está a seis de igualar el récord europeo de la Juventus), 22 de ellos de Liga, donde además suma 12 triunfos seguidos. No pierde desde el 3 de octubre, ante el Sevilla. Se puede permitir el lujo de desacelerar un poco, por la ventaja que tiene, pero si no lo hace, acabará con el campeonato antes de tiempo, lo que daría sentido a todos esos grandes números. «Sólo sirven si ganamos títulos», insisten tanto Luis Enrique como sus jugadores, que van despachando cada jornada con un triunfo sea de la manera que sea: sin brillo, con brillo, con sufrimiento, con solvencia… La última Liga decidió el campeón en la penúltima jornada, la anterior fue en la última y además en un duelo directo en el Camp Nou entre el Barça y el Atlético, que se llevaron los rojiblancos. Hay que retroceder un curso antes, a la Liga de los 100 puntos del Barça o a la de Mourinho, para ver una superioridad tan grande.

Contra el Getafe tocó la versión más espectacular y fiable del líder que, aparte de lo que hizo en ataque, no recibió ningún disparo en contra hasta el minuto 68, cuando el marcador ya reflejaba un 6-0 a su favor. Fue Moi Gómez desde fuera del área, y Bravo paró sin problemas. Ha conseguido el conjunto azulgrana que los rivales a veces se planten en el campo casi derrotados. «¿Es imposible parar al Barça?», preguntaron a Fran Escribá. «Para nosotros, sí; se ha visto. Si alguna opción teníamos era aguantarles, pero con 2-0 ya es insalvable», contestó resignado el preparador de un Getafe que no pudo plantar cara ni ante un oponente en el que rotaron varios de los titulares habituales. Las últimas semanas, Luis Enrique está dando descanso a todos sus futbolistas, de forma escalonada, para que no acumulen minutos y puedan afrontar con buenas piernas el último tramo de la temporada. Si ante el Rayo rotaron los laterales y frente al Eibar descansaron Iniesta o Neymar, por sanción, ayer hubo reposo en todas las posiciones: Alves en defensa, Rakitic y Busquets en el medio y, quizá lo más sorprendente, por aquello de que los miembros del tridente no suelen entrar en la política de rotaciones, Luis Suárez arriba. «No ha jugado porque lleva 850.000 partidos y he decidido que lo mejor era que no lo hiciera», justificó Luis Enrique, algo enfadado por la pregunta de por qué lo dejó en el banquillo: «Cuando los cambio es porque los cambio. Cuando no, porque no. Es muy gracioso eso de ser entrenador del Barcelona», dijo con la ironía habitual.

Los sustitutos de todos ellos rindieron a la perfección: Aleix Vidal en la derecha está incluso peleando la titularidad a Alves; Arda en el medio, de los que más perdidos andaban, cada vez está más integrado en el engranaje del equipo y ayer culminó el partido con un tanto de chilena; Sergi Roberto está para lo que le pidan y lo hace bien, y Munir, por fin, ha encontrado el gol en la Liga, después de que no aprovechara los minutos que tuvo al principio de la campaña, cuando Messi estuvo de baja dos meses. Ahora sí lo está haciendo y en las últimas jornadas lleva tres tantos, que además han llegado en momentos importantes: contra el Málaga y el Eibar fue el 1-0. Contra el Getafe, el 2-0, la sentencia, según Escribá. «Rafinha está casi recuperado y tenemos a casi todos aptos y aportando minutos. Es una situación favorable para ver al equipo competir. La seriedad con la que nos lo hemos tomado y el ritmo que hemos metido… Cuando estamos así es difícil que nos paren», opina Luis Enrique. Y ya llevan mucho tiempo «así»…

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