El alumno favorito de Guardiola

Douglas Costa llegó hace siete años a Europa, pero parece que acaba de aterrizar. «Antes de llegar al Bayern no me conocía nadie», aseguraba hace unas semanas. Hasta el verano pasado jugaba en el Shakhtar Donetsk, lejos del centro futbolístico de Europa, pero Guardiola no dudó que merecería la pena pagar 30 millones de euros por su fichaje. «Será uno de los mejores jugadores del mundo», asegura su entrenador. En la Champions lo ha jugado casi todo, sólo se ha perdido un encuentro ante el Dinamo de Zagreb en la fase de grupos.

Los números no hacían pensar en un jugador determinante. Apenas 37 goles en partidos oficiales consiguió en seis temporadas. Pero Guardiola vio algo más, esa capacidad para desequilibrar los partidos que ahora muestra en el Bayern. Para el brasileño, el fútbol parece sencillo, como demuestra un vídeo en el que se le ve marcando un gol olímpico de rabona. Douglas reconoce que ese dominio del balón se debe a sus comienzos en el fútbol-sala, al que se dedicó entre los 10 y los 15 años. También la rapidez de ejecución la aprendió en la cancha de fútbol-sala. «Me ayudó en mi desarrollo», confesaba en una entrevista con uefa.com. «Especialmente a la hora de salir de los pequeños espacios cuando estabas marcado por un jugador y sin tiempo para reaccionar», añadía.

Douglas juega por la derecha o por la izquierda con la misma facilidad. Se adapta a las cualidades del compañero que juegue en la otra banda. En el Vicente Calderón comenzó por la izquierda con Coman por la derecha. Cuando entró Ribery, le cedió el costado izquierdo y se arrimó a la derecha.

Es uno de los fichajes más acertados de Guardiola y el brasileño no esconde su admiración por su técnico. «En cinco meses con él he aprendido más que en cinco años en el Shakhtar. Es increíble. Cada día que pasa es instructivo. Con él intento aprender algo nuevo siempre», reconocía en una entrevista con el canal de televisión Sport 1.

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