Camino a la "Undécima"

«El próximo partido, el próximo partido, el próximo partido». Muchas veces pronunció Zidane estas palabras en la conferencia de prensa del Camp Nou. Estaba feliz por lo conseguido: ganar al Barcelona en su estreno como primer entrenador en un Clásico, pero, más que los tres puntos y lo que siempre significa ganar en el Camp Nou, Zizou se quedaba con el impulso moral para lo que viene a partir de ahora. Lo que se llevó el equipo blanco de Barcelona fue una bolsa muy grande de vitaminas para Europa, un alegrón ideal para viajar a Alemania y conseguir un buen resultado en busca de encaminar lo más posible la clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones.

«Estamos a siete puntos y tenemos que pensar en el próximo partido, que es de Champions, y después volveremos a pensar en sacar los tres puntos de Liga. Debemos pensar sólo en ganar el siguiente, que es muy importante», decía el técnico nada más terminar el Clásico.

Preparar lo que viene

«Seguimos como estábamos. Hicimos un buen partido contra el Sevilla en casa y seguimos preparando las cosas para el final de la temporada. Sabemos la importancia de la Champions y lo que queremos hacer. Ganar aquí es difícil y pocos equipos lo pueden lograr. Estoy contento por los jugadores y por la afición, que puede estar orgullosa de sus jugadores», añadía Zidane, enfocado en mejorar al equipo especialmente para el único objetivo que queda al alcance y que es, por otro lado, el más deseado del madridismo.

Había una opción de que el Camp Nou fuese un trampolín directo hacia el compromiso del miércoles ante el Wolfsburgo, y esto es lo que sucedió. «Es muy importante ganar aquí por lo que supone como inyección de moral para el resto de la temporada y justo antes de jugar nuestro partido en Alemania. Lo que quiero ahora es que los jugadores descansen bien, porque hay pocos días antes del próximo partido y sobre todo tras los 90 minutos que hicieron», confirmaba el técnico, orgulloso de cómo sus futbolistas interpretaron el plan que había ideado el cuerpo técnico.

Fue un buen experimento para lo que espera a partir de ahora ante equipos de mucho nivel. El Madrid no había podido superar al Atlético en los dos partidos de Liga, ni al Barcelona en la ida, pero el sábado se quitó ese pequeño peso ante los primeros de la Liga y confirmó que está preparado para noches grandes en Europa. «Muy pocos van a ganar aquí», recordaba Zidane, que ha dado con una versión de su equipo capaz de ser sólida atrás y contundente arriba con sus tres delanteros titulares. Luis Enrique se quejaba de las transiciones que le condenaron en el último cuarto de hora y que últimamente había sido la especialidad del Real Madrid. Zidane quiere recuperar el poderío físico y goleador de sus atacantes y sustentarlo con una estructura segura a su espalda.

Isco y James no disputaron ni un solo minuto, pero sí aparecieron en la foto de grupo del vestuario celebrando el éxito. Los cambios elegidos durante el partido fueron Jesé y Lucas Vázquez por delante de los dos mediapuntas estrella. Zidane los quiere a todos motivados y disponibles, algo muy parecido a lo que hizo Ancelotti en el año de la décima Copa de Europa.

Ahora se busca la «Undécima», que pasa, de momento, por Alemania. Allí viaja el Madrid esta semana con el saco de moral que se llevó del Camp Nou.

Source: Deportes