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La mejor jugada de Benzema con el Real Madrid, la más decisiva, por la que será recordado, no acabó en gol suyo. El tanto del Calderón lo marcó Isco, aunque de eso casi nadie se acuerda porque la brillantez anterior de Karim eclipsó lo demás. El 2017 del delantero francés será recordado por ese instante en el Calderón mucho más que por sus goles: ha marcado 11 en 40 partidos, pocos para un delantero normal de un equipo de élite, quizá suficientes si, en vez de eso, deja jugadas que valen una clasificación para la final de la Champions.
Pero como el Bernabéu no tiene memoria, más que los regates antológicos de su delantero y su posterior pase atrás a Isco, sólo juzga a Benzema por los goles que no ha marcado en este comienzo de Liga en el que al Madrid se le han escapado puntos con los que contaba. Por eso, el partido de mañana en el Wanda Metropolitano es tan importante para el conjunto blanco y también para sus delanteros: para Cristiano, que busca goles con los que empezar a hablar otra vez de lo que hace en el campo; y para Karim, que necesita recuperar la magia para que el debate sobre él no se desvíe hacia la estadística. Porque ahí está perdido. «Donde más presión hay es en el Madrid. Lo más difícil en Madrid es la presión. El debate es para vender periódicos, pero ya estoy acostumbrado», decía esta semana en un reportaje que le ha hecho Canal + Francia.
Es verdad que pocos futbolistas manejan la presión como lo hace el francés, inmutable ante los aplausos, pero sobre todo ante los pitos. Él tiene claro cuál es su misión en el Madrid: «Yo marco goles, pero cuando a mi lado hay alguien que marca 50 goles por temporada… Antes, un delantero marcaba 25 goles y era un buen delantero, ahora…», continuaba para explicar su papel arriba. Sin embargo, en épocas de sequía, con Bale lesionado y Cristiano más seco que nunca, es complicado no mirar la (baja) cantidad de tantos del delantero blanco.
Como Deschamps ha decidido no contar con él, el francés ha podido pasar estas dos semanas de selecciones en Valdebebas, trabajando con tranquilidad, casi en familia, con Zidane más encima que nunca (como sucedía cuando Zizou fue segundo de Ancelotti y trabajaba con el delantero tras los entrenamientos) y habrá podido ensayar el remate mucho más que si hubiera sido convocado con la selección francesa. El Atlético es un buen rival para probar si el descanso y el entrenamiento sin estrés le ha venido bien. Karim es un fijo contra el Atlético y es el único futbolista de ambos equipos que ha disputado los últimos 14 derbis: tanto los de Liga como las finales de la Champions que tan buen recuerdo dejaron en el Madrid y tanta desazón en el rival.
En esos 14 derbis consecutivos, Benzema ha marcado tres goles. Todos en el campo rojiblanco. Pocos, pero si mañana, en el primer derbi en el Wanda, vuelve a abrir el telón para hacer magia, nadie será capaz de ponerse a hablar de cifras.
Source: Deportes