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Rafa Benítez revivió con el Real Madrid, con la goleada al Malmoe sueco (8-0) que cerró la fase de grupos de la Liga de Campeones, la victoria que hace ocho años, el 6 de noviembre de 2007, endosó con el Liverpool al Besiktas, en lo que es el resultado más abultado en la historia de la competición.
Con cinco caras nuevas respecto al último partido de Liga frente al Getafe y siete del once que saltó al césped del Santiago Bernabéu para disputar el Clásico contra el Barcelona hace menos de un mes, el Real Madrid se presentó ante su afición dispuesto a cerrar la fase de grupos de la Liga de Campeones con una victoria.
El objetivo lo cumplió y de manera plácida, puesto que el Malmoe, primer equipo sueco en jugar partido oficial en el Santiago Bernabéu, fue un rival flojo y amedrentado que se entregó demasiado pronto.
En el anuncio por megafonía de las alineaciones, el nombre de Rafa Benítez volvió a ser pitado por un sector bastante numeroso de la afición, por lo que el técnico madrileño, aún en la bocana de vestuarios, seguro que confió en vivir una noche plácida para olvidar algunos episodios recientes como la goleada encajada en el ‘Clásico’ o la alineación indebida que parece va a costarle la eliminación de la Copa del Rey.
Lo que no sabía Benítez es que su equipo esta noche sí realizaría un partido completo y acabaría igualando con el club de sus amores un récord europeo que él mismo poseía desde hace ocho años.
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El trámite europeo, con el equipo clasificado como primero de su grupo, se empezó a encarrilar a los once minutos, cuando Karim Benzema marcó el primero de los tres tantos que anotaría para firmar otra noche difícil de olvidar.
La numerosa hinchada sueca, ubicada en los dos últimos anfiteatros de uno de los fondos, vio como su equipo era doblegado con comodidad por un rival que dominó por completo un partido en el que no tuvo que brillar demasiado para ganar.
Para algunos jugadores, caso de Álvaro Arbeloa o Kiko Casilla, que apenas han participado en lo que va de temporada, el partido era una buena prueba para que demostraran sus cualidades, aunque en el caso del portero apenas tuvo trabajo y durante los noventa minutos fue un mero espectador.
El choque también sirvió para que el lateral izquierdo brasileño Marcelo, que no jugaba desde el encuentro ante el Barcelona, hace dos semanas y media, cuando se retiró lesionado, volviera a pisar el césped y a disputar unos minutos. Lo hizo en la segunda parte, con el brazalete de capitán, al sustituir a Pepe en el minuto 53.
El brasileño no quiso faltar a la fiesta de su amigo Cristiano Ronaldo, que comenzó el partido ansioso por marcar, intentó agradar a la afición con una chilena fallida en la primera mitad y acabó con cuatro goles en su cuenta particular para batir otro récord, el del jugador con más tantos marcados en una fase de grupos de la competición continental.
Con esta victoria, el Real Madrid sigue con paso firme en sus participaciones en la fase de grupos de la Liga de Campeones, puesto que encadena veintiún triunfos seguidos y no pierde desde el 24 de octubre de 2012, cuando cayó 2-1 con el Borussia Dortmund en Alemania. David Ramiro/Efe
Source: Fútbol