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Alejandro Camacho jugaba al baloncesto y trabajó como socorrista o poniendo copas y de portero en bares y discotecas del Puerto de Santa María. Se le daba bien el basket, pero cuando cumplió 18 años (ahora tiene 22), empezó a practicar boxeo, que era lo que le gustaba, y se enganchó «por la adrenalina». Paco García fue su primer mentor. «Siempre está conmigo», declara Alejandro, que se dedica a un deporte un tanto maldito en España, con mala fama. «A algunas veladas que se montan en Andalucía, que es lo que conozco, van lo peor, el ambiente es malo, pero llegué a Madrid y descubrí todo lo contrario: gente normal y tranquila a la que le gusta el deporte», explica Camacho. En el Centro del Alto Rendimiento ha encontrado una «familia» (su grupo de entrenamiento) y el seleccionador, Rafa Lozano, doble medallista olímpico, es como el padre de todos. Allí tiene cubiertas las necesidades básicas, pero no lo tuvo fácil al principio. «Estuve seis meses sin cobrar un duro», cuenta. Desde que forma parte del Programa Podium, junto con Gabriel Escobar y Johan Orozco, es otra cosa. «Te da la vida, porque en Cádiz puedes ir andando a todos lados, pero en Madrid necesitas dinero para moverte», afirma. Echa de menos su tierra… «Pero lo he elegido yo», admite. Ahora puede centrase en estar en Río, para lo que tiene la opción del Europeo de Turquía, a finales de abril, o el preolímpico. «Estoy dando lo máximo: ni vacaciones ni tiempo para ver a la familia», asegura. Se entrena de lunes a sábado, sesiones de mañana y tarde.
Su deporte lo requiere, porque hace falta una buena preparación física. «En baloncesto solía jugar los 40 minutos y pensaba que en boxeo tres asaltos de tres minutos me los iba a comer con patatas. Pero en el basket puedes parar un poco o cambiarte; en boxeo, no. Hay que dar el ciento por ciento todo el rato», comenta. «Si te paras, te arrancan la cabeza, ja, ja, ja», añade. «Claro que es peligroso, pero para eso nos preparamos», dice Alejandro. «Al terminar todos somos compañeros», continúa. Así describe su deporte este boxeador que compite en la categoría de 81 kilos. «No sólo es la fuerza. Si tiras golpes sin cabeza no sirve de nada. Se trata de intentar pegar sin que te peguen». Por eso, aunque prefiere la forma de pelear de Pacquiao, piensa que Mayweather «es el mejor»: «Su boxeo aburre, pero apenas coge golpes». En los grandes eventos, lucha tres o cuatro veces en una semana. «Acabas cansado, pero al día siguiente estás bien, tienes ritmo, viveza», reconoce.
Alejandro Camacho tiene una rutina al pelear: «Siempre llevo los rosarios, cinco o seis, que me han regalado mis amigos».
Source: Deportes