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Arbeloa firmó el balón del triplete de Ronaldo al Wolfsburgo escribiendo «¡Esto es un líder!». La frase confirma que la sensación que tienen sus compañeros de vestuario es la misma que se tiene desde fuera. Cristiano fue más líder que nunca antes y durante el encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Champions. Fue, seguramente, la actuación más completa del portugués desde que viste de blanco. Otros días ha metido más goles, dado más asistencias y disfrutado de más ocasiones, pero el martes lo que hizo fue darle al equipo lo que necesitaba en cada momento. En las horas previas dirigió la parte emocional hablando de una noche histórica, a la que sobre el césped él se encargó de dar forma.
Apareció al principio para marcar dos goles en menos de un minuto y medio en las dos primeras ocasiones de los suyos y terminó el trabajo más tarde con una falta directa. Marcó con la pierna derecha, con la cabeza y de falta, pero hubo mucho más. Cosas tangibles y otras de esas que no aparecen en las estadísticas pero sí son muy importantes. Con el resultado ya conseguido se puso de delantero centro para sujetar el balón arriba y dar aire a los centrocampistas. Se trataba de que el tiempo pasara y esconder la pelota a los alemanes y así lo entendió Cristiano. Era también un día para ponerse el mono de trabajo, incluso para las estrellas. Marcelo sufrió en algunas ocasiones con las entradas de Bruno Henrique por su banda, aunque en muchos momentos tuvo el apoyo de Ronaldo, que se exprimió para mantener el equilibrio que necesitaba el Madrid ahora mismo. Fue jugador de equipo y estrella a la vez, para confirmar que los que ya habían visto llegar el momento de ponerlo en venta porque su mejor fútbol se había acabado quizá deban esperar un poco más.
El portugués acaparó ayer todas las portadas de los diarios deportivos mundiales, porque se bastó para tumbar al Wolfsburgo con un triplete que era el quinto de su carrera en la Liga de Campeones. Su partido coincidió con el desenlace de la eliminatoria entre el Manchester City y el PSG, así que era inevitable la comparación con Ibrahimovic. El sueco no pudo guiar a los franceses a la siguiente ronda como sí hizo Cristiano, que comparte con Messi un escalón inalcanzable para el resto.
La Champions es la competición preferida del conjunto blanco y también de su estrella, que en la noche del martes siguió sacando brillo a sus récords continentales. Es el jugador que más goles ha marcado (93), el que más tripletes ha sumado empatado con Messi (5), el que más «hat tricks» acumula este curso, ya que tres de los seis que se han conseguido llevan su firma (Shakhtar Malmö y Wolfsburgo). Con el del martes, se ha concedido dos partidos más para pulverizar la plusmarca de goles en una única temporada. Lleva 16, a uno de los 17 del año de la «Décima».
Source: Deportes