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A final de septiembre de 2015 la Agencia Mundial Antidopaje publicó el nuevo listado de sustancias prohibidas que entró en vigor el 1 de enero de este año. Entre ellas estaba el Meldonium, un producto engendrado en un laboratorio letón y que, de momento, ha acabado con la carrera de Maria Sharapova. La tenista más famosa del planeta, con permiso de Serena Williams, no es su única consumidora. En poco más de dos meses han aparecido más de una docena de casos. Y los que vendrán. Hay ciclistas, patinadores, atletas, luchadores, biatletas… La mayoría procedentes de lo que eran los antiguos países del Telón de Acero. La suspensión a Sharapova, que ya había anunciado su negativa a participar en Indian Wells, arranca el día 12 y la sanción podría prolongarse cuatro años. A poco más de un mes de cumplir 29 años, Masha habría disputado en los cuartos de final del Abierto de Australia su último partido como profesional.
El truco que esconde el Meldonium va más allá de su apodo, el «curalotodo». Va más allá de que mejore la resistencia y reduzca la producción de ácido láctico. Su «virtud» es que manipula los datos del pasaporte biológico, la fórmula más fiable para detectar el dopaje sanguíneo. Por eso las explicaciones en su confesión después de 10 años consumiéndolo no resultan creíbles para muchos. Leyendas como Navratilova o Jennifer Capriati dudan de su inocencia. La rusa detalló que ha tomado el fármaco para tratar una serie de problemas de salud como gripes recurrentes o electrocardiogramas irregulares, además de que se hizo pruebas de la diabetes, una enfermedad que afecta a su familia. Masha reconoció que no se leyó la carta que la ITF envió a todas las jugadoras a finales de diciembre con el listado de sustancias dopantes para la nueva temporada y… su ex entrenador, Jeff Tarango, ya ha encontrado culpables: «Si ella no lee las cartas de la ITF, los miembros de su equipo deberían hacerlo. Se está jugando demasiado. Es creíble su explicación porque cuando Maria empezó conmigo era reacia incluso para tomar una aspirina». El entorno al que se refiere el ex tenista estadounidense incluye su agente, sus entrenadores, su médico, su fisioterapeuta, su nutricionista… Un grupo en el que invierte más de un millón de euros por temporada.
Las consecuencias económicas del anuncio de Sharapova van a ser inmediatas en su cuenta corriente. Más de media docena de multinacionales contaban con ella como imagen de marca y tres de las más importantes –ver cifras– ya la han abandonado. Con Nike, Porsche y Tag Heuer llevaba más de diez años de relación. «Estamos entristecidos y sorprendidos», comunicó la empresa de ropa deportiva estadounidense.
La jugadora de origen siberiano era la deportista más mediática del planeta. Sus contratos publicitarios superaban con mucho los ingresos que lograba con la raqueta y su imagen seguía siendo muy atractiva pese a que los resultados en las pistas la habían llevado al número siete del mundo. Su empresa de golosinas para hoteles y tiendas de lujo –Sugarpova– había multiplicado su valor por 40 desde su creación en 2012. El año en que el Masters 1.000 de Madrid incluyó el cuadro femenino se convirtió en la gran estrella y su estancia en la capital fue el atractivo del torneo a la altura de la presencia de Nadal, Federer o Djokovic. La confesión del consumo de Meldonium deja al circuito femenino sin su jugadora fetiche.
Source: Deportes